El informe destaca que los servicios más solicitados, con un 65% de casos, son los relacionados con temas laborales, que además son los más recurrentes. En segundo lugar, se sitúan los temas vinculados con fraude, que han sido demandados en un 47% de los casos. Estos datos ponen de manifiesto que un elevado porcentaje de empresas tiene a las agencias de investigación como a un proveedor frecuente.

Entre los servicios emergentes están los relacionados con el ‘compliance’, las investigaciones internas y los canales de denuncia, que eran poco relevantes en un pasado reciente y que ahora se sitúan en tercer lugar con un 37% de empresas que han recurrido a un investigador privado. También destacan los temas privados o familiares con un 8% de los casos.

Según AEDP, en España hay alrededor de unas 5.000 licencias de investigador, aunque el número de agencias tiende a bajar dado que el mercado, como sucede en otros sectores, tiende a la concentración y a crear empresas de mayor dimensión.

Para el presidente de AEDP, Enrique Vilamajó, las empresas de detectives están muy presentes en el ámbito social, corporativo y judicial y es una profesión al alza en los últimos años. Sin embargo, lamentó que los medios de comunicación se hacen eco de esta profesión solo cuando “ayuda a cimentar el estereotipo de profesión marginal propia de la novela y el cine de Hollywood en blanco y negro”.

“El sector reivindica su papel de prestador de servicios profesionales y el valor social de su actividad, la de luchar contra el fraude, la corrupción y las prácticas ilegítimas en cualquiera de las formas y ámbitos en las que éstas se presenten. Por eso sorprende que solo sea noticiable la figura del detective cuando aparece envuelta de controversia, aunque lo que se le achaque a dicho profesional no sea noticia o lo sea solo porque es detective privado”, concluyó esta patronal.