Esta agencia de la ONU indicó que, antes de la salida, “los viajeros deben ser advertidos sobre los riesgos de salud en las áreas que plantean visitar” por parte de sus autoridades nacionales, así como de prácticas preventivas y de medidas para reducir al mínimo la probabilidad de contraer enfermedades.

Así, indicó que debe programarse “tan pronto como sea posible” una consulta médica y que los viajeros sean vacunados entre cuatro y ocho semanas antes del viaje, si bien precisó que, “incluso cuando la salida es inminente, todavía hay tiempo para proporcionar asesoramiento y algunas vacunas”.

La OMS señaló que los viajeros deben ser inmunizados según el calendario de vacunación de sus países, que suelen incluir difteria, tos ferina, tétanos, poliomielitis, sarampión, hepatitis B, ‘Haemophillus influenzae’ tipo B y, en muchas naciones, enfermedades como rubéola, paperas, gripe, fiebre amarilla, virus del papiloma humano, rotavirus y enfermedades neumocócicas.

Brasil interrumpió la transmisión del sarampión en julio de 2015 y eliminó la rubéola en 2009, pese a lo cual la OMS aconseja que las vacunas de estas entermedades estén “al día”.

La poliomielitis fue erradicada en Brasil en 1989, pero los viajeros que procedan de países con casos de esta enfermedad deben estar inmunizados, como los que tienen riesgo de complicaciones graves de la gripe (mujeres embarazadas, ancianos, personas con condiciones médicas crónicas específicas, niños de 6 a 59 meses y trabajadores sanitarios).

En cuanto a las vacunas adicionales, la OMS recomienda que quienes vayan a Río de Janeiro se vacunen contra la hepatitis A, la hepatitis B, la fiebre tifoidea, la rabia y la fiebre amarilla.

Para evitar enfermedades transmitidas por mosquitos, invita a los viajeros a que lleven ropa preferiblemente de color claro y que cubra la mayor parte del cuerpo, usar repelentes que contengan DEET (dietiltoluamida) o IR 3535, elegir alojamientos sanitarios con agua corriente y puertas y ventanas apropiadas para evitar que los mosquitos entren en los habitáculos, y evitar las zonas sin agua entubada y saneamiento deficiente, porque son “criaderos ideales para los mosquitos”.

ZIKA

Respecto al zika, la OMS recomendó a las mujeres embarazadas que no viajen a Brasil y a las que creen estarlo o se han quedado encinta poco después de acudir a Río de Janeiro que acudan a su médico, así como a las parejas sexuales de estas mujeres que practiquen sexo seguro o se abstengan de él durante el embarazo.

Además, los hombres que experimenten síntomas del virus zika deben “adoptar prácticas de sexo seguro o abstenerse de tener relaciones sexuales durante al menos seis meses” y no hay que donar sangre al menos hasta cuatro semanas después de la salida de Río de Janeiro.

La OMS indicó que el riesgo de transmisión de la malaria es “insignificante o inexistente”, aconsejó utilizar el condón para evitar enfermedades de transmisión sexual (VIH, sífilis, gorronea, clamidia, herpes o virus de la hepatitis B) e indicó que conviene tomar precauciones para evitar infecciones causadas por malos alimentos y bebidas (lavarse las manos, asegurarse de que el alimento se ha cocinado a fondo y está muy caliente, elegir agua embotellada, evitar comida cruda y evitar los alimentos de bufés, mercados, restaurantes y vendedores ambulantes si no se encuentran calientes o refrigerados).

Por último, la OMS recordó que en Brasil hay robos y crímenes violentos, por lo que los viajeros deben ser advertidos de ello y sólo utilizar los taxis del aeropuerto o autobuses de transporte autorizado, no viajar de noche, evitar las “áreas cuestionables”, e ir preferiblemente con una acompañante.