Torres Vila señaló que la entidad tiene un compromiso con el país otomano a largo plazo, porque “tienen un potencial enorme”, pero demandó una “pronta normalización” de la situación, porque no sabemos qué impacto tendrá en el futuro”.

Torres Vila valoró los resultados del segundo trimestre en Turquía, donde “no hemos tenido ningún impacto” a cierre de trimestre. Al contrario, “los resultados han sido muy buenos, porque tienen un mercado muy sólido desde el punto de visto económico”.

A corto plazo, desde BBVA esperan un menor crecimiento de la actividad debido a “efectos puntuales”, pero aseguraron tener “buenas previsiones” de cara a un futuro más lejano.

Además, Torres aseguró que la entidad tiene la cuenta de resultados “completamente cubierta” por movimientos de tipo de cambio de la lira para 2016. Por tanto, desde este punto de vista, “no sufriremos ningún impacto ante posibles pérdidas futuras de la lira turca”.

En este sentido, añadió que “tenemos cubierto el 70% del impacto potencial que las depreciaciones tengan en el capital”. Por tanto, “las sensibilidades a movimientos de la lira serán prácticamente mínimas en capital”.

El consejero delegado de BBVA indicó que espera que por los cambios normativos que está llevando a cabo Turquía en los últimos meses, “se produzca la equivalencia regulatoria por parte de la Comisión Europea a finales de año”. “Ese potencial impacto negativo que se pudiese producir, se estaría recuperando durante el año”, aseveró.

En cuanto a la situación política, destacó que “fue bueno que el golpe fallase tan pronto y que los partidos se uniesen”. “Esperamos que la situación se normalice pronto, pero no tenemos contacto directo con Erdogán”, concluyó.