Los ODM fueron aprobados por 192 países en 2000 con el fin de lograr avances para 2015 en la erradicación de la pobreza, la educación primaria universal, la igualdad entre los géneros, la mortalidad infantil y materna, el avance del VIH/Sida y el medio ambiente.

En una comparecencia en la Comisión de Cooperación al Desarrollo del Congreso, Moratinos señaló que "los Estados miembro estamos convencidos con los Objetivos de Desarrollo del Milenio", si bien apuntó que "debemos redoblar nuestros esfuerzos financieros, particularmente en aquellos Objetivos y regiones que muestran un peor balance".

"El avance hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio es el hilo conductor de nuestra agenda de prioridades (en la Presidencia española de la UE). Se trata de una elección casi inexorable, ante el inequívoco compromiso que tanto España como la UE hemos adquirido", subrayó.

"El Gobierno va a hacer lo imposible para que no se vean afectados los Objetivos de Desarrollo del Milenio. No podemos bajar la guardia. No podemos reducir nuestra ambición y que las poblaciones afectadas por el subdesarrollo se vean aún más afectadas por la crisis económica", apostilló.

"UNA SOLA VOZ"

No obstante, Moratinos abundó en "la necesidad de coordinación de la cooperación europea" para que todos los países comunitarios actúen "con una sola voz" en tareas de ayuda humanitaria, como la de Haití. "De lo contrario, seguiremos desarrollando 28 políticas divergentes (los 27 países más la Comisión Europea), carentes de la necesaria complementariedad", apuntó.

En este sentido, recordó que la UE es el "primer donante mundial", con el 57% de la ayuda internacional para el desarrollo de los países más pobres.

Recalcó que "Haití fue el gran test" en este sentido y concluyó que, "modestamente, hemos dado respuestas razonables sobre una nueva cultura y una nueva actuación de la UE en materia de cooperación al desarrollo y ayuda humanitaria".

Por otro lado, Moratinos aseguró que el Gobierno español está "absolutamente comprometido" en destinar el 0,7% del PIB a la cooperación internacional al desarrollo, aunque precisó que "las actuales previsiones no arrojan un panorama halagüeño".

"El compromiso se mantiene y seguiremos haciendo todos los esfuezos, a pesar de las dificultades financieras, para mantener nuestros compromisos", concluyó.