Según informó el Gobierno, los programas que se financiarán con este dinero se dedicarán a la prevención, con acciones dirigidas a las personas o grupos en mayor situación de vulnerabilidad o con mayor dificultad de acceso a los servicios.

Se subvencionarán programas sobre prevención en usuarios de drogas por vía parenteral y sus parejas y otros relacionados con la prevención de la transmisión sexual del VIH en hombres homosexuales y en inmigrantes.

Igualmente, se financiarán proyectos destinados a la prevención del sida en personas que ejercen la prostitución y en jóvenes.

Para contribuir a la disminución de desigualdades en salud, al menos el 70 por 100 de las acciones se desarrollarán en áreas de trabajo de bajo nivel socioeconómico.

En la elaboración de estos programas también se tendrá en cuenta la perspectiva de género y "la especial vulnerabilidad de la mujer a la infección por VIH".

Con el objetivo de reducir el número de personas sin diagnosticar y con vistas a su control, se incluirán acciones de diagnóstico precoz de la infección por VIH y se llevarán a cabo acciones específicas para la lucha contra el estigma y la discriminación de personas afectadas.

Cada comunidad autónoma deberá destinar, al menos, el 20% de los fondos transferidos a la creación de nuevos puestos de trabajo y al mantenimiento de los existentes, cuya finalidad sea la de ejecutar estos programas.

La distribución que hoy se ha aprobado fue acordada por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud del 10 de febrero.