El Reglamento del Estatuto de la Sociedad Cooperativa Europea (SCE), que entró en vigor en 2003, establece que los países deberán regular los aspectos concretos que son propios a cada Estado en función de cada legislación nacional.

El Ejecutivo considera que esta ley permitirá intensificar las actividades transnacionales de las sociedades cooperativas, y favorecer la alianza de las sociedades de gran tamaño de distintos países de la UE.

Así, destaca que la normativa "favorece la internacionalización de las sociedades cooperativas con domicilio social en España, aumentando su potencial de desarrollo".

Según el Reglamento de la SCE, las sociedades europeas podrán constituirse con, al menos, cinco personas físicas o jurídicas residentes en dos o más países de la UE. Asimismo, deberán tener un capital mínimo cifrado en 30.000 euros.