Según informó el Ejército de Tierra, este ejercicio, de carácter anual, representa un “enorme desafío” por la complejidad de los distintos escenarios que plantea. En la edición de este año, los participantes realizaron prácticas de reconocimiento y descontaminación radiológica del subsuelo del Ciemat a cinco metros de profundidad.

Estas tareas exigieron una preparación previa que contó con prácticas de descenso vertical y trabajo en espacios confinados. Al mismo tiempo, el equipo de toma de muestras de la 'Unidad Técnica II/1' ejecutó distintos escenarios radiológicos de reconocimiento, toma de muestras y su posterior identificación.

El rigor de este tipo de ejercicios permite al Regimiento mejorar su nivel de adiestramiento, además de perfeccionar los protocolos de actuación en el ámbito radiológico.