La ciencia en apoyo de la discapacidad

- Hoy se celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad

MADRID
SERVIMEDIA

Visión artificial, extremidades biónicas, implantes de todo tipo o tratamientos celulares son algunas de las áreas científicas en las que trabajan investigadores españoles para mejorar la calidad de vida de numerosas personas con discapacidad sensorial y/o física, que este sábado celebran el Día Internacional de la Discapacidad.

En el Hospital Universitario Puerta de Hierro-Majadahonda, de Madrid, trabaja el doctor Jesús Vaquero, jefe del servicio de Neurocirugía, quien en este momento investiga en lesión medular con cuatro ensayos clínicos con células madre de los propios pacientes lesionados.

En declaraciones a Servimedia, este investigador aseguró que “la mayoría de las personas que participaron en el primer ensayo clínico recuperaron el control de sus esfínteres, así como la sensibilidad y la función motora que habían perdido desde la lesión. Pero además se redujeron la rigidez y los espasmos en muchos de los casos. Esta terapia celular nos está dando muy buenos resultados, pero hoy en día no podemos hablar de curación, aunque sí de mejorar la calidad de vida de estas personas”.

Los resultados del resto de los ensayos clínicos, que ya están en marcha, se darán a conocer a lo largo del próximo año.

“En cuanto tengamos las conclusiones, solicitaremos que esta terapia celular pase a ser un medicamento tutelado de uso hospitalario y entre en la Seguridad Social. A partir de este momento, pediremos ser el centro de referencia para tratar a estos pacientes”, declaró.

“Nuestra idea es conseguir que este tratamiento sea aplicado en toda discapacidad neurológica. Queremos hacer un ensayo para aplicar esta misma técnica en personas con daño cerebral por accidente de tráfico. Nuestra experiencia nos ha demostrado que con esta técnica se puede aumentar la reactividad cerebral porque aumenta el metabolismo cerebral”, añadió.

VISIÓN ARTIFICIAL

En Barcelona, en el Centro de Oftalmología Barraquer, el doctor Jeroni Nadal continúa investigando en el denominado ‘ojo biónico’, un implante indicado para personas ciegas por una retinosis pigmentaria de entre 25 y 75 años, una patología que afecta a cerca de 2.000 personas en España. Según explicó este experto, “con el tiempo los pacientes con degeneración macular senil de tipo atrófico también se podrán beneficiar de este tipo de implantes”.

“Es increíble comprobar como los pacientes con retinosis pigmentaria, ciegas desde hace años, pueden volver a ver tras la intervención. Llegan a leer palabras de cuatro o cinco letras o los números de los precios de los supermercados. Recuperan un campo visual de 22 grados, lo que es sorprendente para una persona que no veía nada. En todo el mundo habrá cien personas implantadas, mientras que en la clínica Barraquer ya hemos hecho tres intervenciones, entre ellas a un paciente sordociego que estaba aislado y al que le ha cambiado la vida”, añadió.

Según el doctor Nadal, esta intervención es muy compleja, ya que dura unas cuatro horas y cuenta con un equipo de 10 profesionales en quirófano. “Pero lo más duro es la rehabilitación, porque estos pacientes deben entender su nueva visión para sacarle el mayor partido, ya que no ven como veían antes de la enfermedad”, indicó.

MANO BIÓNICA

También son biónicas las extremidades que desarrolla Max Ortiz Catalán, doctor en Ingeniería Biomédica e investigador de la primera mano biónica conectada al hueso, nervios y músculos.

Según explicó este investigador, “el gran reto con el que nos encontramos fue incorporar la parte robótica de la mano con el cuerpo humano”.

Por ello, “la alternativa fue la oseointegración, que consiste en colocar este implante de titanio directamente en el hueso del muñón, lo que se asemeja a los conocidos implantes dentales. Después, con la colocación de electrodos en nervios y músculos, el paciente tiene sensaciones y tacto, pudiendo manejarla de forma innata y prácticamente con la mente”.

Sin embargo, no todas las personas pueden optar a esta mano biónica por cuestiones médicas y funcionales, como no tener suficiente hueso en el muñón, tener diabetes o la falta de circulación sanguínea en el miembro amputado. En estos casos, la falta de una mano o una pierna produce dolor, lo que no ocurre en los pacientes que cuentan con un implante.

“Esto se debe a que cuando se pierde un miembro, la conexión neuronal sigue existiendo aunque no está conectada a nada. Para reducir el dolor por un miembro fantasma hemos desarrollado un sistema de realidad virtual. Mediante un monitor, una cámara y un marcador colocado en el muñón conseguimos agregar un brazo virtual para que el paciente se vea, de nuevo, con él. De esta forma, restauramos el estado cerebral que existía antes de la amputación, con lo que reducimos el dolor”, explicó.

En estos momentos, el doctor Ortiz investiga en el desarrollo de piernas biónicas, algo que “nos gustaría hacer realidad en algo más de tres años”, concluyó.

(SERVIMEDIA)
03 Dic 2016
ABG/caa