Hallan una cola de dinosaurio atrapada en un ámbar que se vendía en un mercado

MADRID
SERVIMEDIA

Paleontólogos de China, Canadá y Reino Unido han descubierto una cola emplumada de dinosaurio atrapada en una pieza de ámbar desde hace unos 99 millones de años (Cretácico medio) y que fue hallada de forma casual cuando estaba a la venta en un mercado de Myanmar.

Este descubrimiento ayuda a añadir detalles a la estructura y la evolución de las plumas de los dinosaurios, que no pueden determinarse a partir de pruebas fósiles. Aunque no es el primer plumaje que se encuentra en una pieza de ámbar, los especímenes anteriores eran difíciles de vincular con su animal de origen.

El paleontólogo Lida Xing, de la Universidad China de Geociencias (de Pekín), descubrió la pieza en un mercado de ámbar de Myitkyina (Myanmar) en 2015. Los comerciantes pensaban que contenía algún resto vegetal y se convertiría en una curiosidad o una joya, pero Xing reconoció su importancia científica potencial y sugirió al Instituto Dexu de Paleontología que la comprara.

En un estudio publicado en la revista ‘Current Biology’, los investigadores creen que el ámbar incluye la cola emplumada de un terópodo no avial de hace unos 99 millones de años. Aunque inicialmente fue difícil distinguir los detalles, Xing y sus colegas recurrieron a la exploración de tomografía computarizada y a observaciones microscópicas para extraer conclusiones.

Las plumas indican que la cola del dinosaurio tenía una superficie superior de color marrón castaño y un lado inferior blanco o pálido y carecen de un eje central bien desarrollado o raquis.

COLAS NO MUDABLES

Ryan McKellar, del Museo Royal Saskatchewan (Canadá), apunta que “el nuevo material preserva una cola que consta de ocho vértebras de un juvenil que están rodeadas de plumas que se conservan en 3D y con detalles microscópicos”.

“Podemos estar seguros de la fuente porque las vértebras no se funden en un pigóstilo como en las aves modernas y sus parientes más cercanos. En cambio, es larga y flexible, con quillas de plumas a cada lado. En otras palabras, las plumas definitivamente son las de un dinosaurio y no de un ave prehistórica”.

Mike Benton, de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Bristol (Reino Unido), considera “increíble ver todos los detalles de una cola de dinosaurio –los huesos, la carne, la piel y las plumas- e imaginar cómo la cola de este pequeño individuo quedó atrapada en la resina y luego, supuestamente, murió porque no podía luchar con libertad”. “No se piensa que los dinosaurios podían mudar sus colas, como algunos lagartos lo hacen hoy”, apostilla.

Los investigadores también examinaron la química de la cola y señalan que la capa de tejido blanco alrededor de los huesos conservaba rastros ferrosos, una reliquia de hemoglobina que también quedó atrapada en la muestra.

“Las piezas de ámbar conservan pequeñas instantáneas de antiguos ecosistemas, pero registran detalles microscópicos, disposiciones tridimensionales y tejidos lábiles que son difíciles de estudiar en otros entornos”, apunta McKellar.

(SERVIMEDIA)
09 Dic 2016
MGR/gfm