Por ello, pidió a la comunidad internacional que “preste atención a los gritos de mujeres, hombres y niños que están siendo aterrorizados y masacrados” en Alepo y tome “medidas urgentes para asegurar que las decenas de miles de personas que han huido, se han rendido o han sido capturadas sean tratadas en consonancia con el derecho internacional”.

La Oficina de Derechos Humanos de la ONU ha recibido “informes creíbles” de decenas de civiles muertos, ya sea por bombardeos intensos o ejecuciones sumarias de las fuerzas progubernamentales. Decenas de cadáveres están desenterrados en las calles de varios barrios del este de Alepo y los residentes no han podido recuperarlos por los bombardeos y el miedo a ser tiroteados.

Según algunos informes recabados por el organismo dirigido por Zeid, las fuerzas gubernamentales y sus aliados han entrado en casas de civiles y han matado a personas, y asesinaron este lunes a al menos 82 civiles, entre ellos 11 mujeres y 13 niños de los barrios de Bustan al-Qasr, al-Ferdous, al-Kallaseh y al-Saleheen, mientras que miles de personas que permanecen en zonas controladas por grupos armados corren el riesgo de sufrir graves violaciones, como detenciones, torturas y asesinatos.

Zeid indicó que este “cruel conflicto” no está cerca del final por “la demolición de Alepo; la cantidad inmensamente aterradora de daños en la gente; el derramamiento de sangre; la matanza sin sentido de hombres, mujeres y niños, y la destrucción”. “Lo que puede suceder a continuación, si la comunidad internacional continúa torciendo colectivamente sus manos, puede ser mucho más peligroso. Lo que está sucediendo con Alepo podría repetirse en Duma, Al Raqa e Idleb. No podemos dejar que esto continúe”, añadió.

El Alto Comisionado hizo hincapié en que el Gobierno sirio tiene la obligación de respetar y proteger el derecho a la vida de todos los civiles, así como de los combatientes que se han rendido o depositado sus armas, están enfermos o heridos, o fuera de combate de otra manera. Y que el Ejecutivo de Bachar el Asad está obligado por el derecho internacional humanitario a prestar asistencia médica a todos los enfermos y heridos, civiles y combatientes por igual y sin discriminación alguna.

“SUFRIMIENTO INFERNAL”

Sin embargo, recalcó que su oficina ha recibido informes que sugieren que algunos combatientes huidos fueron capturados y asesinados, y otros acabaron arrestados; muchos familiares han perdido el contacto con sus seres queridos y hombres jóvenes han sido detenidos por fuerzas progubernamentales en una escuela cerca de la zona industrial de Jibreen para ser examinados.

La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos subrayó que el derecho internacional exige que todos los detenidos sean tratados con humanidad y estén protegidos contra cualquier forma de malos tratos o tortura. Si se imponen medidas de seguridad, deben cumplir estrictamente con el derecho internacional y no implicar discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión u origen social, y limitarse a las investigaciones estrictamente necesarias.

“Ante la ausencia de vigilantes independientes que observen el proceso de selección y dado el terrible historial de detención arbitraria y tortura en Siria incluso antes del inicio de este conflicto, debemos tomar medidas urgentes para garantizar la protección de las personas que han huido de Alepo”, apostilló.

Por último, Zeid indicó que “el mundo está viendo Alepo y estamos documentando las violaciones cometidas contra la gente con la firme convicción de que un día los responsables serán tenidos en cuenta”. “Debemos asegurarnos de que esto suceda. El sufrimiento infernal al que está sometido el pueblo de Siria debe detenerse”, concluyó.