En esta proposición no de ley, a la que tuvo acceso Servimedia, se solicita que, como mínimo, se informe en Braille del nombre del producto y la fecha de caducidad, así como de su eventual peligrosidad.

Además, ICV pretende que se determine los comercios que quedarán obligados a etiquetar de forma accesible y que se implante un "servicio de acompañamiento personalizado" para personas ciegas o deficientes visuales que lo soliciten.

El objetivo es que tengan acceso a los productos expuestos y que, de este modo, se les reconozca el "derecho subjetivo" a "solicitar y obtener este servicio".

Proponen, igualmente, que en las páginas web de venta electrónica de los establecimientos seleccionados se incluya la opción de solicitar etiquetado en Braille, aparte de que todas ellas cumplan los "estándares de accesibilidad".

Estas medidas irían complementadas con la creación de un registro y la publicación periódica de un listado actualizado de los comercios que prestan este servicio de etiquetado, que estaría gestionado por las comunidades autónomas y sería completamente accesible. Para aquellos establecimientos que se salten la normativa se establecerá un régimen sancionador.

Capítulo aparte merecen los aspectos relativos a las farmacias. ICV considera que deben estar obligadas a etiquetar en Braille o a completar la información haciendo constar la identificación y fecha de caducidad de los medicamentos.

Para terminar, ICV pide que el Ministerio de Sanidad y Consumo cree un servicio de información público para hacer accesible el contenido de los prospectos de los medicamentos comercializados en el Estado español.

Dicha información estará disponible mediante un servicio telefónico gratuito o en la web oficial del Ministerio o del organismo que corresponda, como la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.