La misión de ambas delegaciones fue continuar la labor iniciada en ocasiones anteriores en la lucha contra la ceguera previsible en países en desarrollo, según informó hoy la Fundación Cione Ruta de la Luz.

La expedición se dividió en dos grupos. Uno de ellos, denominado "grupo clínica", desarrolló su actividad en la clínica instalada y dotada por la Fundación Fernández del Cotero en Dapaong (Togo), y su actividad se focalizó en la detección y tratamiento de patologías oculares con medios quirúrgicos, farmacológicos y optométricos.

Durante los cerca de 15 días que este grupo permaneció en África realizó unas 1.700 consultas, de las que 207 pacientes fueron derivados para intervenciones quirúrgicas, en su mayoría de cataratas.

Entre los casos intervenidos, destacan los realizados en niños afectados por cataratas congénitas. Las principales patologías detectadas fueron tracoma, conjuntivitis, glaucoma, "pterigium", oncocercosis, ojo seco, retinosis pigmentaria, leucomas por heridas perforantes y tumores.

El segundo grupo, llamado "grupo itinerante", fue más reducido y tuvo una labor descentralizada, con la detección de casos de ciudadanos con dificultades visuales en las localidades de Gando, Mango, Lotougou, Nadjoundi, Mandouri y Konjouare, para trasladarlos a la clínica de Dapaong. Este grupo realizó alrededor de 900 consultas.

Ambos grupos continuaron su labor de educación para la protección e higiene ocular iniciada en pasadas expediciones e hicieron hincapié en la importancia del lavado de cara y manos, el uso de agua no contaminada y la protección del sol con el uso adecuado de gorros y gafas solares. Además, distribuyeron unas 300 gafas de sol.