El 68% de los mayores de 45 años no ha sabido responder a esta cuestión y un 66% de las personas con antecedentes familiares tampoco pudo contestarla.

Estos dos colectivos, según informa la Fundación IMO en una nota, son especialmente vulnerables, ya que la edad y la genética son dos de los principales factores de riesgo.

Otro dato de la encuesta indica que un 51% de los 53 pacientes con glaucoma que han respondido a la encuesta aún no es consciente de estos factores.

La oftalmóloga del IMO Sílvia Freixes indicó que conocer estos factores "es fundamental para poder diagnosticar de forma precoz la patología".

Además, advirtió de que "la pérdida de campo visual que provoca es tan lenta que el paciente no la percibe hasta que está muy avanzada. Por tanto, la revisión oftalmológica periódica es la primera medida contra el glaucoma".

La especialista destacó la importancia de someterse a estos controles cada dos años a partir de los 40 años y cada año a partir de los 60.

También deberían someterse a estos controles si las personas en cuestión tienen factores de riesgo como la hipertensión ocular, los antecedentes familiares, la diabetes, la edad y la alta miopía, entre otros.

SEMANA MUNDIAL DEL GLAUCOMA

Por otro lado, Fundación IMO ha impulsado, por sexto año consecutivo, la Unidad de Diagnóstico Precoz, en la que se llevaron a cabo 70 exploraciones de cribado durante la semana pasada.

Como resultado, se detectaron nueve glaucomas que no habían sido diagnosticados previamente, cinco sospechas de la enfermedad y ocho casos de factores de riesgo que podrían desencadenar la patología.

En el marco de actividades relacionadas con la Semana Mundial del Glaucoma, la fundación organizó la mesa redonda 'Descifrando el glaucoma', en la que se abordaron el diagnóstico y la evolución de esta patología.

La doctora Freixes señaló que "aunque el glaucoma tiene origen multifactorial, la presión intraocular es el único factor de riesgo que se puede controlar".

Respecto a los principales escalones terapéuticos, se encuentran los colirios, el tratamiento láser y la cirugía.

Además, según explicó la oftalmóloga de IMO Laia Pascual, en la mesa redonda también se habló de las estrategias de neuroprotección, "dirigidas a prevenir la muerte prematura de las células ganglionares de la retina, lo que conduce a un daño irreversible del nervio óptico".