Montilla advierte de que está en riesgo el pacto constitucional
- Asegura que el Tribunal Constitucional está perdido en un "laberinto" y hay que ayudarle a salir
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El presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, advirtió este lunes en el Senado de que lo que está en riesgo, en relación con la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut, es el pacto constitucional. Además, dejó clara su intención de no ir “un milímetro más allá de la Constitución, ni uno menos del Estatuto”, en la defensa del autogobierno de Cataluña.
Montilla compareció, a petición propia, en la Comisión General de Comunidades Autónomas del Senado, a la que acudieron únicamente como presidentes autonómicos el jefe del Gobierno de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y el presidente de Baleares, Francesc Antich. Finalmente no acudió a la Cámara Alta ningún presidente del PP. En representación del Gobierno central asistió el vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves.
El presidente catalán comenzó su discurso agradeciendo la celeridad del Senado para tramitar su petición de comparecencia, algo que consideró responde a “la importancia y urgencia” del asunto, al tiempo que tuvo unas palabras para comentar la ausencia de presidentes autonómicos populares. “Quienes siempre tienen a España en la boca, precisamente no están aquí hoy”, indicó.
También destacó que es la primera vez que esta comisión se reúne a petición de un presidente autonómico, algo que, dijo, “no debería ser algo excepcional”.
ESTADO DE LAS AUTONOMÍAS
Sobre el Estado de las autonomías, Montilla opinó que el desarrollo de las autonomías “no ha ido siempre acompañado de los instrumentos para articular adecuadamente el Estado autonómico”. Falta, aseguró, “definir entre todos el interés general y trabajar por la consecución de los intereses legítimos” para llegar a “acuerdos y consensos equitativos y justos para todas las partes”.
“Cataluña quiere seguir participando con convicción” en la construcción del Estado de las autonomías, manifestó, así como “trabajar por los intereses comunes”, ya que, “sin pasos hacia delante” este modelo de Estado podría perder su ”funcionalidad y dejar de tener interés para ciudadanos en muchas comunidades”.
Montilla se refirió también a las lenguas autonómicas, “patrimonio cultural compartido de una España plural”, y destacó que “hay que esforzarse para hacer entender que el respeto al catalán tiene que ser asumido por las instituciones del Estado”.
De este modo, criticó a quien se opone a que se hablen las lenguas cooficiales en el Senado “argumentando un derroche de recursos”. “Las lenguas no tienen precio”, aseveró.
Sobre la “delicada” situación del Tribunal Constitucional, el presidente catalán reiteró que en cuatro años el Alto Tribunal, tras diversos intentos, no ha llegado a un acuerdo en lo que constituye la primera vez que este tribunal tiene que pronunciarse sobre una ley refrendada. De ahí, aseguró Montilla, “la responsabilidad”.
Además de las vacantes existente tras la recusación de Pérez Tremps y el fallecimiento de otro de sus miembros y de que los magistrados designados por el Senado actúen con mandato prorrogado, “las filtraciones sobre las deliberaciones y propósitos” del tribunal “erosionan su legitimidad moral hasta un punto inaceptable”, opinó.
El Estatuto de Cataluña, explicó Montilla, siguió un proceso constitucional y está siendo aplicado por las instituciones del Gobierno de Cataluña y del Estado “sin ningún conflicto y sin que se hayan cumplido las profecías apocalípticas de la ruptura de España“.
Asimismo, afirmó que el Estatuto de Cataluña ha servido de ejemplo y referencia para otros estatutos “no objeto de recursos”, ya que “parece que lo que refuerza a otras comunidades es desintegrador para Cataluña”.
Por ello, dijo que “no creo que haya sido desestabilizador exigir celeridad y prudencia” al TC, porque es “una de las decisiones más difíciles” que debe tomar el tribunal y, subrayó, “no podemos permitir que provoque una crisis que no deseamos”.
EL TC EN UN LABERINTO
“Se pretende ganar en el TC lo perdido democráticamente”, declaró, al tiempo que destacó que, por ello, el “Congreso y Senado pueden ver mermado su prestigio y credibilidad” y “se puede poner en riesgo la relación institucional y afectiva” de Cataluña con el Gobierno.
Asimismo, continuó, la posible sentencia “afecta al núcleo del Estado autonómico”. “Lo que ésta en riesgo es el pacto constitucional”, aseveró.
Ante ello, pidió que se reactive con urgencia la renovación de seis de los doce magistrados del TC. “No pedimos que se cambien las reglas, sino que se cumplan”, dijo, ya que “aspiramos a que el tribunal ejerza su función sin sombra de sospecha sobre su imparcialidad”.
Según aseguró, el Alto Tribunal “ha fracasado en su objetivo y está perdido en un laberinto y no puede ser que arrastre al conjunto del país”, por lo que apostó por “ayudarle a salir del laberinto”.
“Asumo el deber de representar el autogobierno de Cataluña”, afirmó, pero dejó clara su intención de “no ir un milímetro mas allá de la Constitución ni uno menos del Estatuto”, y reconoció no sentir por ello “ninguna contradicción”.
Finalmente, argumentó que el respeto por la singularidad de Cataluña y por su voluntad de autogobierno “es la cuestión clave” y dijo no poder imaginar otra respuesta que no sea positiva ante esta demanda.
(SERVIMEDIA)
24 Mayo 2010
CDM/caa