Los escarabajos regulan su temperatura corporal con el exoesqueleto

MADRID
SERVIMEDIA

Investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) han analizado cómo los escarabajos utilizan su exoesqueleto para aprovechar la energía que transmiten los rayos del sol y la radiación infrarroja del entorno para así regular su temperatura corporal.

Pese a su estructura aparentemente simple, los investigadores señalan que esa cutícula es capaz de actuar pasivamente en el control térmico del animal sin que ello suponga ningún coste energético o metabólico.

El exoesqueleto es una capa multifuncional con propiedades mecánicas y estructurales que, entre otras funciones, protege las partes internas del animal de la radiación y parece funcionar como una ‘armadura’ con la que los escarabajos controlan su temperatura corporal.

“En trabajos anteriores con escarabajos ibéricos pudimos comprobar que la parte superior del exoesqueleto reaccionaba a la radiación lumínica, mientras que la zona ventral permitía el paso de la radiación infrarroja”, explican Jorge M. Lobo y Luis M. Carrascal, investigadores del MNCN-CSIC.

En un par de trabajos recientes, los investigadores analizaron la respuesta de los exoesqueletos de distintas especies de escarabajos en Brasil y en la Península Ibérica. Escogieron especies que diferían en tamaño, forma, color o costumbres y midieron la temperatura que adquiría el interior del cuerpo sometiendo al exoesqueleto a diferentes fuentes de radiación.

Lobo y Carrascal comprobaron que la reacción de los escarabajos varía en función de las distintas fuentes de radiación y que los exoesqueletos pueden tener funciones diferentes a la hora de regular la temperatura corporal.

Los aspectos puramente físicos relacionados con el tamaño y el espesor del exoesqueleto son tan importantes como las diferencias intrínsecas entre especies, principalmente en la rapidez con que se calientan.

“Estos resultados sugieren que los procesos evolutivos han podido seleccionar diferencias en los exoesqueletos con valor adaptativo”, explican ambos investigadores, quienes añaden: “De hecho, muy probablemente estas diferencias hayan permitido a los escarabajos adaptarse a diferentes ambientes, actuando a modo de mecanismos fisiológicos pasivos. Los exoesqueletos parecen funcionar como una ‘armadura’ de serie con la que podrían controlar su temperatura corporal”.

(SERVIMEDIA)
06 Jul 2017
MGR/gja