2016 fue el tercer año consecutivo con récord mundial de calor

- Según un estudio de casi 500 científicos elaborado por la agencia estadounidense NOAA

MADRID
SERVIMEDIA

La Tierra marcó en 2016 un nuevo récord de calor y fue el año más cálido de la serie histórica de temperaturas mundiales, que comienza en 1880, según confirma el ‘Estado del Clima en 2016’, elaborado por la agencia estadounidense NOAA (Administración Nacional Atmosférica y Oceánica).

La 27ª edición de este informe, de cerca de 300 páginas y publicado en el Boletín de la Sociedad Americana de Meteorología, está basado en las contribuciones de casi 500 científicos de más de 60 países e incluye decenas de miles de mediciones múltiples de conjuntos de datos independientes, con lo que proporciona una actualización detallada de los indicadores globales del clima, los fenómenos meteorológicos notables y otra información recopilada por estaciones e instrumentos ambienales ubicados en la tierra, el agua, el hielo y el espacio.

Los indicadores climáticos del informe muestran patrones, cambios y tendencias del sistema climático global en temperaturas en la atmósfera, el océano y la tierra; varios tipos de gases de efecto invernadero, las nubes, el nivel del mar, la salinidad oceánica, la extensión del hielo marino y la cubierta de nieve.

El informe señala que “los principales indicadores del cambio climático siguieron reflejando tendencias consistentes con un planeta que se calienta”. “Varios marcadores, como la temperatura terrestre y oceánica, el nivel del mar y las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, rompieron récords establecidos apenas un año antes”, apunta.

TEMPERATURAS

El informe indica que el récord de calor de 2016 se debió a “la influencia combinada del calentamiento global a largo plazo y la fuerza de ‘El Niño’ a principios de año”. La temperatura anual global de la superficie del planeta fue la más alta desde 1880, con entre 0,45 y 0,56ºC más que la media entre 1981 y 2010, lo que supone entre 0,01 y 0,12ºC más que el récord anterior de 2015.

Además, la temperatura de la superficie fue la más alta de las serie histórica, con 1,62ºC más por siglo entre 2000 y 2016, por 1,0ºC más por siglo entre 1950 y 2016.

GASES DE EFECTO INVERNADERO

El año pasado también hubo récord histórico de concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, como el dióxido de carbono (CO2), el metano y el óxido nitroso. El CO2 tuvo una concentración media de 402,9 partes por millón (ppm), lo que supone la primer superación anual de 400 ppm tanto en las mediciones atmosféricas modernas como en los de núcleo de hielo, que datan de hace 800.000 años; 3,5 ppm más en comparación con 2015 y el incremento anual más grande en 58 años de registro histórico.

En cuanto al nivel del mar, 2016 marcó un nuevo máximo histórico con 82 milímetros más que en 1993, cuando se iniciaron las mediciones por satélite. En las dos últimas décadas, el nivel del mar ha aumentado a una media de 3,4 milímetros por año, con las mayores tasas de incremento en el oeste del Pacífico y del Índico.

CICLONES, LLUVIAS Y GLACIARES

Por otro lado, los ciclones tropicales superaron la media, con 93 fenómenos en todas las cuencas oceánicas durante el año pasado, por encima del promedio de 82 registrado entre 1981 y 2010. El Atlántico Norte, el Pacífico oriental y el Pacífico occidental tuvieron una actividad superior ala normal en 2016. Por el contrario, la cuenca australiana registró su menor temporada de actividad desde que el registro vía satélites comenzara en 1970.

Un aumento general del ciclo del agua (el proceso de evaporación de agua en el aire y posterior condensación como lluvia o nieve), combinado con el fenómeno de ‘El Niño’, aumentó la variabilidad de las precipitaciones en todo el mundo, con grandes inundaciones en muchas partes del planeta y un 12% de la superficie en condiciones de sequía severa.

La temperatura de la superficie terrestre del Ártico fue 2ºC superior a la media entre 1981 y 2010, superando en 0,8ºC los récords de 2007, 2011 y 2015 desde que los registros comenzaran en 1900, y la máxima extensión del hielo marino en esta parte del globo fue el 24 de marzo de 2016 la más baja en 37 años de registros por satélite, mientras que la extensión mínima del 10 de septiembre resultó ser la segunda más baja de la historia, con un 33% menos de lo normal.

Respecto al hielo marino de la Antártida, en noviembre se registró una extensión media cinco veces inferior a la del promedio entre 1981 y 2010, lo que contrasta con los máximos observados entre 2012 y 2014.

Por último, 2016 fue el 37º año consecutivo de retroceso glaciar en las montañas en todo el mundo. En todo el hemisferio norte, la capa de nieve a finales de la primavera continuó con su tendencia descendente.

(SERVIMEDIA)
11 Ago 2017
MGR/caa