Este estudio, realizado por la Federación con datos de la agencia 40dB, se hizo público este lunes con motivo de la conmemoración del 20 aniversario de la aprobación en el Congreso de los Diputados del proyecto de ley que legalizaba el matrimonio entre personas del mismo sexo.

La presidenta de la Federación Estatal Lgtbi+, Paula Iglesias, recordó en un comunicado que “la Ley 13/2005 fue un hito histórico que situó a un país que había sufrido 40 años de dictadura a la vanguardia mundial en cuanto a derechos sociales”. “Desde entonces, el derecho al matrimonio se ha afianzado en nuestra sociedad y el incansable activismo, junto a gobiernos que apuestan por el respeto a los derechos humanos, ha permitido la aprobación de otras leyes que han ampliado libertades”, aseguró.

“En la actualidad, seguimos siendo un país líder en derechos y democracia, en el que la Justicia ha sido contundente contra la 'Lgtbifobia' que asesinó a Samuel. Los discursos de odio y los mensajes reaccionarios que señalan a la población Lgtbi+ como una amenaza para el orden establecido son los mismos ahora que en 2005. Sin embargo, somos más quienes queremos vivir en una democracia basada en el respeto y en la convivencia y la diversidad como un valor que beneficia al conjunto de la sociedad. Y nuestra justicia ya ha demostrado que no permitirá que el odio quede impune”, declaró.

Pese a los avances, los datos demuestran que este colectivo siente "temor" ante la posibilidad de que llegue al poder un gobierno "ultraconservador".

PAPA FRANCISCO

Desde la Federación recordaron también que la aprobación del matrimonio igualitario enfrentó hace 20 años duras críticas tanto "por parte de la Iglesia Católica, cuyo máximo representante, fallecido este lunes, siguió mostrando su oposición".

Pese a ello, recordó la co-coordinadora del Grupo de Fe y Espiritualidad de la plataforma, Gema Segoviano, “el papa Francisco mostró cierto grado de progreso al bendecir a las parejas del mismo género pero esto no garantiza en absoluto la igualdad para las personas Lgtbi+ en el ámbito religioso, donde se nos sigue señalando como personas no dignas. Confiamos en que su sucesor sea capaz de encontrar caminos para que las personas creyentes del colectivo podamos desarrollar nuestro derecho a la fe y la espiritualidad no desde los márgenes, sino en los espacios donde también deberíamos ser bienvenidas y acogidas”.