El Mar Negro se calienta a 50 metros de profundidad desde 1960, no en la superficie

MADRID
SERVIMEDIA

Las temperaturas superficiales medias del Mar Negro pueden no haber aumentado desde 1960, al contrario que a 50 metros de profundidad, que han podido ascender en las últimas cinco décadas y media, según un nuevo estudio del Centro Común de Investigación (JRC, por sus siglas en inglés), que pertenece a la Comisión Europea.

Los investigadores del JRC utilizaron un modelo para simular posibles cambios de temperatura y predecir las tendencias a largo plazo en la hidrodinámica del Mar Negro, que tiene unas condiciones naturales únicas, como un balance de agua dulce positivo y corrientes locales muy específicas.

Ese mar ha sufrido una importante degradación ecológica desde la década de 1970 debido en gran medida a la contaminación, la sobrepesca y las variaciones climáticas naturales. El mapeo de tendencias en su ecosistema y la simulación de escenarios futuros es vital para entender cómo puede desarrollarse en el futuro como resultado del cambio climático y las decisiones políticas.

El estudio se basa en una simulación de temperaturas entre 1960 y 2015, y los científicos contrastaron sus resultados con datos conocidos, tanto a partir de información satelital disponible en los últimos 20 años como de datos menos completos de las décadas anteriores.

Los resultados, además de completar las lagunas estadísticas entre 1966 y 1975 (cuando prácticamente no hay datos observacionales disponibles recogidos en barcos para comprender las propiedades del mar), fueron una sorpresa para los científicos, que esperaban ver al menos alguna tendencia de calentamiento desde 1960, y contrastan con las simulaciones anteriores del cercano Mar Mediterráneo, que se está calentando.

MENOS SAL

Los científicos también se sorprendieron al encontrar una tendencia decreciente en el contenido de sal superficial de 0,02% al año, en contraposición con la creciente salinidad superficial encontrada en el Mediterráneo.

Las simulaciones no encontraron una correlación entre la salinidad y la velocidad o la dirección del viento, o incluso con un aumento en el aporte de agua dulce de los muchos ríos que desembocan en el Mar Negro.

Además, el estudio identifica tres períodos distintos en los que hubo un cambio significativo en las propiedades de agua salada y la temperatura del Mar Negro (de 1960 a 1970, de 1970 a 1995 y de 1995 a 2015), lo que puede estar relacionado con cambios en las corrientes del mar.

La Tierra se está calentando, pero esto no está ocurriendo uniformemente en todo el planeta y algunas regiones se están calentando más rápido que otras. Así, mientras que el Mar Negro podría no estar fuertemente afectado por el incremento de temperaturas, esto se compensa por otras regiones que se están calentando a un ritmo más rápido que el globo en su conjunto. Por ejemplo, las aguas superficiales cerca de Texas (Estados Unidos) cuando el huracán Harvey rugió hacia Houston estaban entre las más cálidas de la Tierra.

Aunque podría ser una buena noticia de que no ha habido un aumento a largo plazo en las temperaturas del agua de superficie del Mar Negro, esto no significa que no se vea afectado por el calentamiento global. Estos efectos pueden ser ocultos o mitigados por el hecho de que la temperatura del aire en la región se está calentando.

De hecho, el estudio también analizó las tendencias de la temperatura media a profundidades específicas y encontró una tendencia positiva a 50 metros por debajo de la superficie, lo que sugiere un calentamiento de las aguas más profundas en vez de en la capa superficial.

(SERVIMEDIA)
20 Sep 2017
MGR/gja