El delfín mular es el cetáceo más amenazado por actividades humanas en España

- Según un informe de Ecologistas en Acción

MADRID
SERVIMEDIA

El delfín mular es la especie de cetáceo más amenazada por las actividades humanas en España, aunque también hay un riesgo para la supervivencia por los impactos antropogénicos en el delfín listado, la orca, el cachalote, el zifio de Cuvier, el rorcual común y el cachalote.

Así se desprende del informe ‘Cetáceos: los mamíferos más salaos’, elaborado por Ecologistas en Acción y hecho público este miércoles. El documento, de 84 páginas y recogido por Servimedia, describe la situación de las 16 especies de cetáceos más comunes en las aguas españolas, ya sean residentes o aparezcan de forma ocasional, y las principales actividades humanas que les afectan.

El informe incluye como principales impactos la pesca, la acuicultura, el ruido submarino, las colisiones con embarcaciones, las basuras marinas, la contaminación química, el turismo de avistamiento, la investigación, el cambio climático y los delfinarios.

Todas ellas están presentes en España, salvo la investigación, y Ecologistas en Acción cataloga el nivel de gravedad si la interacción de los cetáceos con las actividades humanas es débil (color amarillo), moderada (naranja) o fuerte (rojo).

Las especies estudiadas son el cachalote, el calderón común, el calderón gris, el calderón tropical, el delfín común, el delfín de dientes rugosos, el delfín listado, el delfín moteado atlántico, el delfín mular, la marsopa, la orca, el zifio de Cuvier, el zifio de Gervais, el rorcual común, el rorcual aliblanco y el rorcual tropical.

Considerando los niveles de interacción fuerte con las actividades humanas, el informe detecta más riesgo para la supervivencia en el delfín mular, afectado principalmente por delfinarios en el Mediterráneo, Tenerife y Madrid, y la contaminación química frente a las costas del sureste de la península.

Además, también hay nivel rojo o interacción fuerte en otras seis especies de cetáceos: el zifio de Cuvier y el rorcual común (por ruido submarino en el golfo de Valencia), el cachalote (por interacciones con embarcaciones en las islas orientales de Canarias y en el Atlántico sur de la península), el delfín listado (contaminación química o pesca en todo el Mediterráneo), la marsopa (pesca en Galicia) y la orca (contaminación química en el Atlántico sur y delfinario en Tenerife).

113 CETÁCEOS EN DELFINARIOS

Ecologistas en Acción señaló que una de las principales interacciones, negativa para ambas partes, es entre la pesca y los cetáceos, ya que la presencia de ballenas, delfines y otras especies de mamíferos marinos entorpece las tareas pesqueras porque se comen el pescado y pueden romper las redes al hacerlo.

Además, indicó que la pesca, que supone un alimento de fácil acceso, puede llevar a desestructurar las poblaciones de cetáceos porque la jerarquía dentro del grupo se establece mientras buscan alimento. “Los dispositivos de hostigamiento acústico son un ejemplo. Estos dispositivos funcionan emitiendo una señal acústica que ahuyenta a las poblaciones de cetáfeos impidiendo que se acerquen y rompan el arte para alimentarse”, explicó Ana Aldarias, portavoz de Ecologistas en Acción.

El informe indica que en España hay 113 cetáceos que viven en cautividad repartidos en 12 delfinarios. “No podemos permitir la cría en cautividad de estos animales, cuyos supuestos beneficios para la conservación, la investigación y la educación chocan frontalmente con las mínimas consideraciones éticas”, apuntó Aldarias.

Ecologistas en Acción incluye en el informe una serie de medidas a las administraciones públicas para mitigar o limitar esas interacciones negativas, entre ellas aumentar la investigación en este campo, incorporar el principio de precaución a la hora de introducir nuevas actividades en el medio marino, frenar las prospecciones en el mar, reducir la basura en el mar y blindar los ecosistemas marinos frente a las prospecciones petrolíferas.

(SERVIMEDIA)
27 Sep 2017
MGR/gja