Unos 4.500 millones de personas no tienen váter o saneamiento digno en casa

- Hoy se celebra el Día Mundial del Retrete

MADRID
SERVIMEDIA

Cerca del 60% de la población mundial (unos 4.500 millones de personas) no cuentan en sus viviendas con sistemas que eliminen los excrementos de forma segura para evitar la propagación de enfermedades mortales debido a que carecen de retretes o saneamiento adecuado.

Estos son algunos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) que la ONU da a conocer con motivo del Día Mundial del Retrete, que se celebra este domingo, 19 de noviembre.

Además, los datos de la OMS y Unicef, recogidos por Servimedia, indican que unos 892 millones de personas defecan al aire libre y no tienen acceso a ningún retrete, en torno a 1.800 millones de habitantes beben agua no potable que podría estar contaminada con heces, el 80% de las aguas residuales regresan al medio ambiente sin ser tratadas o reutilizadas y la mejora de los sistemas de saneamiento, junto con el agua potable y la buena higiene, podría prevenir unas 842.000 muertes al año.

La ONU celebra el Día Mundial del Retrete para “concienciar acerca de la crisis mundial de saneamiento y fomentar medidas que la resuelvan”. Uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), aprobados por representantes de 193 países en 2015 para combatir la pobreza, la desigualdad y el cambio climático hasta 2030, es que el saneamiento llegue a todos los habitantes del planeta, reducir a la mitad las aguas no tratadas y aumentar su reutilización.

HASTA 2107

Sin embargo, la ONG Ongawa alertó de que, debido a “la autocomplacencia de los gobiernos y de la comunidad internacional”, “al ritmo actual habría que esperar hasta el año 2107 para que todas las personas del mundo tengan acceso a un saneamiento adecuado”.

Para alcanzar esas metas recogidas en los ODS, la ONU ve necesario que los excrementos humanos sean depositados, transportados, tratados y eliminados de una manera segura y sostenible. Miles de millones de personas en todo el mundo carecen de sistemas de saneamiento o no son efectivos, por lo que los avances en el ámbito de la salud y la disminución de la mortalidad infantil se ven gravemente perjudicados.

Asimismo, agua y saneamientos deficientes le cuestan a los países en desarrollo unos 260.000 millones de dólares (220.500 millones de euros) al año, es decir, un 1,5% de su PIB. Por el contrario, cada dólar invertido en esta área genera cinco gracias a la mejora de la salud y la productividad de las personas.

Naciones Unidas dedica este año el Día Mundial del Retrete al tema ‘¿Dónde van las heces?’ y se centra en el tratamiento de las aguas residuales. Debido a la falta de sistemas de saneamiento o su mal funcionamiento, los excrementos humanos de miles de millones de personas vuelven al medio ambiente sin haber sido tratados y propagan enfermedades mortales. Las aguas residuales no depuradas acaban contaminando los ríos y los mares, hasta el punto que dejan de ser lugares salubres para la pesca o las actividades recreativas.

AYUDA ESPAÑOLA

Por otro lado, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) destacó la importancia de que la población mundial progrese en su acceso a alcantarillado y baños dignos, elementos fundamentales para la salud y el desarrollo de las personas, y consideró “preocupante” la desigualdad en este aspecto porque el 82% de los que viven en las ciudades tienen baños dignos y alcantarillas, por el 51% de los que residen en áreas rurales.

El saneamiento es un derecho humano básico, según destacó la Asamblea General de Naciones Unidas gracias a una iniciativa promovida por España y Alemania, en una declaración en julio de 2010, que reafirma que este sector es fundamental para la realización de todos los derechos humanos.

Según el Banco Interamericano de Desarrollo, el saneamiento universal sin depuración en América Latina y el Caribe requiere de una inversión de más de 63.000 millones de dólares (unos 53.400 millones de euros) entre 2016 y 2013, lo que la Aecid considera “sumamente rentable para el planeta”.

La cooperación española cuenta con un instrumento específico para promover el derecho al saneamiento en América Latina: el Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento, que prioriza las zonas más desfavorecidas y marginadas.

Hasta la fecha ha desembolsado 790 millones de euros en donaciones que, junto a los aportes locales de los programas, conforman una cartera de 1.600 millones de euros. En los últimos años ha promovido el servicio a sistemas de alcantarillado en las localidades rurales y periurbanas de América Latina.

(SERVIMEDIA)
19 Nov 2017
MGR/bpp