El informe muestra que la percepción de una dieta equilibrada “aumenta con la edad” y el “nivel adquisitivo”, y es especialmente alta entre jubilados y pensionistas. Por comunidades autónomas, las regiones con mayor proporción de población que afirma mantener una alimentación saludable son Castilla y León (92,4%), Aragón (90,7%), Navarra (90,0%), Cataluña (89,4%), Cantabria (89,1%) y Euskadi (89,0%).

Además, el 42,9% de los encuestados considera que mantener una dieta equilibrada es “muy importante” para gozar de buena salud y bienestar emocional en la jubilación, porcentaje que asciende al 44,5% entre los mayores de 71 años. Por sexos, las mujeres (49,1%) muestran una mayor conciencia de la importancia de comer bien que los hombres (39,3%).

El estudio también revela la “estrecha relación entre alimentación y salud mental”: el 43,3% de la población considera que “padecer un trastorno alimentario afectaría bastante o mucho” a su bienestar psicológico, una cifra que se eleva al 53,3% entre los jóvenes de 18 a 25 años y al 48,6% entre las mujeres.

En cuanto al autocuidado, ocho de cada diez españoles (77,8%) afirman que tiene “mucha importancia” para mantener una buena salud, mientras que solo un 1,3% le resta relevancia. La mayoría asocia el autocuidado con “cuidar de mi salud” (73,6%) y “tener hábitos de vida saludable” (67,7%), aunque un tercio (33,1%) lo vincula con la prevención de enfermedades.

Entre las principales barreras para practicar el autocuidado, los españoles señalan la “falta de conocimiento” (42,5%), el “tiempo” (34,4%) y el “dinero” (34,2%), lo que, según Anefp, pone de manifiesto la “necesidad de reforzar la educación sanitaria y la formación en hábitos saludables”.

Con esta radiografía, Anefp recuerda que “mantener una alimentación equilibrada y hábitos de vida saludables son pilares esenciales del autocuidado”, fundamentales para mejorar la calidad de vida y prevenir enfermedades a largo plazo.