Las procesadas están consideradas las autoras de tres atracos realizados a mano armada entre 1987 y 1989, en diversas oficinas bancarias de Málaga, Avilés y Gijón, en los que llegaron a apoderarse de un botín cercano a los 1 millones de pesetas.

Asímismo, la sentencia considera probado que, en diciembre de 1987, las dos mujeres planearon el secuestro del director de la sucursal del BBV en Oviedo.

Sin embargo, las terroristas se equivocaron de persona y siguieron a un empleado de la oficina, Leopoldo Fernández Jardón, al que intentaron retener en la puerta de su domicilio. Este opuso resistencia y, en el forcejeo, resultó herido por dos balazos.

El tribunal estima que los hechos constituyen tres delitos de robo on intimidación y otro de asesinato frustrado. Por ello, impone a María Jesús Romero Vega una pena de 38 años de prisión, que se eleva hasta los 48 años en el caso de Ana María García Rueda por otros delitos de falsificación en documento y pertenencia a banda armada.

Ambas mujeres deberán indemnizar a Leopoldo Fernández con 7.500.000 pesetas. Además, la sala decreta 3 meses de arresto menor para Rosario Nárvaez, que facilitó documentación falsa a las terroristas.