En rueda de prensa conjunta con el ex primer ministro británico Tony Blair, el presidente eludió pronunciarse sobre si es partidario o no de una modificación de la Ley de Huelga para evitar situaciones como la provocada por el paro total de Metro en Madrid, y se limitó a subrayar que siempre que se convoca un paro relevante se dan esas reflexiones.

El presidente quiso reconocer expresamente el comportamiento “cívico y paciente” de los ciudadanos afectados por la huelga, algunos de los cuales sufrieron “grandes trastornos”.

Reafirmó a continuación que el derecho de huelga lleva en “paralelo” el “exigible” cumplimiento de los servicios mínimos cuando se habla de un servicio público como es el transporte.

Aunque Metro depende de la Comunidad de Madrid, el presidente reiteró su disposición a colaborar en todo lo que pueda contribuir a resolver el conflicto que ha generado la situación, pero llamó sobre todo a la responsabilidad tanto del Gobierno autonómico como de los representantes de los trabajadores de Metro.