Las más predispuestas a este sacrificio temporal son las mujeres, que lo harían en un 86% de los casos, frente al 80% en el caso masculino.

Asimismo, el mayor aumento del paro entre los más jóvenes hace que sean el colectivo de edad más proclive a aceptar la reducción de jornada y salario, con un 86% de los casos. Por su parte, los mayores de 45 años son los más reacios con un 80%.

En cuanto al nivel de formación alcanzado, los universitarios son, con un 86%, los más partidarios de reducir su salario y jornada; seguidos de las personas con estudios básicos (83%), los titulados de FP (82%) y los titulados de Bachillerato (80%). Por último, los que muestran una mayor oposición a este cambio son los trabajadores sin estudios, con un 76%.

Por comunidades autónomas, los gallegos son los más predispuestos a reducir jornada y salario, con un 90% de los casos. Tras ellos se sitúan extremeños, andaluces y madrileños. En el extremo contrario se sitúan los aragoneses, con un 69%.

Por otro lado, el estudio señala que el 46% de los encuestados cambiaría su horario habitual por el de una jornada intensiva, frente al 25% que prefiere la jornada completa.