El estudio, realizado por la consultora GFK entre 1.200 consumidores europeos, concluye también que el 83% prefiere acceder fácilmente a los productos antes de elegir sus compras.

Este informe pretende reflejar las actitudes del consumidor ante las soluciones antirrobo según una clasificación por categorías de productos "propensos" al robo: cosméticos, moda, calzado, alcohol y telefonía móvil.

Los consumidores entrevistados afirmaron, por ejemplo, que el hecho de poder probar las funciones de un teléfono móvil es una prioridad para el 84% de ellos, y el 93% necesita probarse la ropa y el calzado sin dificultades.

Además, es también importante para ellos leer la información de los cosméticos (88%) o de las bebidas alcohólicas (83%), para no tener que preguntar al personal del almacén.

Los consumidores se muestran unánimes a la hora de afirmar que los sistemas de protección no deben dañar el producto, sobre todo en lo que se refiere a moda y calzado. La encuesta también destaca que los mecanismos de seguridad deberían permitir al consumidor realizar las compras sin perder tiempo.

Los escaparates cerrados hacen que el 73% de los consumidores europeos no hayan comprado los productos expuestos, al menos en una ocasión.

Los franceses (86%) y los alemanes (84%) se muestran especialmente intolerantes ante los escaparates cerrados, mientras que un 53% de los consumidores españoles reconoce que ha dejado de comprar al menos una vez debido a este motivo.

En lo que se refiere a los mecanismos antirrobo visibles, las alarmas en las botellas y las etiquetas duras en las prendas de ropa son los más aceptados entre los consumidores, mientras que las soluciones que impiden el autoservicio son totalmente rechazadas.

Por otro lado, los mecanismos de seguridad invisibles aplicados en el punto de fabricación, que permiten acceder fácilmente a los productos, son las medidas preferidas por los consumidores europeos, y el 81% de los entrevistados considera el etiquetado en origen como la solución más satisfactoria.