Esos datos figuran en una encuesta del Eurobarómetro realizada por Kantar Public a petición de la Comisión Europea y basada en las opiniones de 26.376 ciudadanos de los 27 países de la UE. Ese sondeo, realizado entre los pasados 2 y 26 de marzo, es el primero que el Eurobarómetro dedica al bienestar animal desde 2015.

Respecto a los animales de granja, el 84% (80% en España) considera que debe aumentar el bienestar animal en las granjas y el 83% (81% en España) apoya limitar el tiempo de transporte de esos animales.

Más del 90% de los europeos considera que las prácticas ganaderas y de cría deben cumplir unos requisitos éticos básicos, como ofrecer a los animales un espacio suficiente, los alimentos y el agua que necesitan, unos entornos adaptados a sus necesidades (barro, paja, etc.) y garantizar que reciben un tratamiento adecuado.

La encuesta también refleja un alto nivel de preocupación por el bienestar de los animales en los mataderos, pues el 88% de los europeos (y el 87% de los españoles) aboga por incrementarlo con controles oficiales o el uso de videocámaras, por ejemplo.

La mayor parte de las personas encuestadas (75% en la UE y 67% en España) considera inaceptable la práctica de matar pollos machos recién nacidos y también se muestra a favor (89% en la UE y 87% en España) de prohibir el corte de determinadas partes del cuerpo de los animales (rabos, orejas, picos, etc.), salvo que sea estrictamente necesario, y hacerlo con anestesia.

PELETERÍA

En cuanto a las granjas de peletería, más de la mitad de los encuestados (el 57% en la UE y el 60% en España) consideran que deberían estar estrictamente prohibidas en toda la Unión Europea, mientras que un 32% de los europeos y un 30% de los españoles creen que solo deberían mantenerse si se mejoran las condiciones de bienestar.

En lo que respecta a las importaciones desde países no pertenecientes a la UE, el 84% de los europeos cree que la situación actual en lo referente al bienestar animal debería cambiar, bien aplicando las normas de bienestar animal de la UE a las importaciones de alimentos, bien etiquetando los alimentos según las normas con las que se han elaborado.

A pesar de que las entrevistas se llevaron a cabo el pasado mes de marzo, cuando los precios de los alimentos ya eran muy elevados debido a la inflación, el 60% de las personas encuestadas indicaron que estarían dispuestas a pagar más por unos productos procedentes de sistemas ganaderos respetuosos con el bienestar animal. Alrededor de una cuarta parte (26%) estaría dispuesta a pagar hasta un 5% más por alimentos respetuosos con el bienestar animal.