Para ello, colaboran con organizaciones sin ánimo de lucro y científicos con el fin de asegurarse de que el pescado que adquieren ha sido capturado respetando las paradas biológicas que garantizan la reproducción de las especies.

Recientemente, Naciones Unidas ha alertado de que el 30% de las reservas pesqueras podrían estar agotadas a mediados del presente siglo, si no se adoptan medidas contra la sobreexplotación.

Por ello, McDonald’s, que adquiere anualmente 50.000 toneladas de pescado blanco, ha adoptado medidas para asegurarse de que procede de pesquerías que no incumplen sus cuotas; respetan las cantidades mínimas para que la especie se reproduzca y evalúa el impacto medioambiental de los métodos de pesca que utilizan.

La cadena de restauración sostiene que la mayoría de sus suministros proceden de empresas que cumplen directrices de sostenibilidad, como las fijadas por instituciones coom Marine Stewardship Council.

En 2007 McDonald's dejó de adquirir bacalao del Báltico, por considerar que no se registraban correctamente las capturas, y ha reiniciado sus compras este año, después de que los proveedores mejoraran sus métodos en este ámbito.

Por su parte los responsables de Darden Restaurants, decidieron poco después de comprar la cadena Capital Grille retirar la merluza chilena de su carta, porque no encontraban proveedores que utilizaran métodos sostenibles de pesca.

También trabajan con Global Aquaculture Alliance, con el fin de mejorar la sostenibilidad de la acuicultura, a través de métodos como el uso de semillas como alimento, en lugar de otras especies marinas.