Según esta agencia de la ONU, las acciones humanitarias y los esfuerzos de asistencia "salvan vidas y proporcionan apoyo esencial" en caso de desastres naturales y conflictos, pero pueden también provocar daños en el medio ambiente.

Así, el Pnuma señala que acciones tales como la tala de árboles para proporcionar albergue y madera para el fuego o el inadecuado manejo de residuos médicos "pueden impactar el éxito tanto de las actividades de ayuda humanitaria como de las de recuperación".

Las presiones adicionales sobre los recursos naturales y el sustento pueden hacer también a las poblaciones "aún más vulnerables frente a futuras crisis".

"Lograr que las operaciones de asistencia y recuperación sean ambientalmente responsables asegurará que tanto el bienestar humano como el del medio ambiente sean protegidos y conservados al responder a un desastre o conflicto", concluyó el Pnuma.