Hoy se celebra el Día Internacional del Voluntariado y, con motivo de esta jornada, se dieron a conocer las conclusiones de este estudio, que se realiza cada cinco años en colaboración con la Universidad de Almería, con el apoyo de Voluntariado CaixaBank, la Fundación Repsol y la Fundación Telefónica.

El informe recoge las respuestas de 236 organizaciones de Europa y Latinoamérica, de las que 68 son empresas en España, y se publica en vísperas de 2026, declarado Año Internacional de los Voluntarios para el Desarrollo de Naciones Unidas.

Además de que el 77% de las organizaciones encuestadas moviliza más del 10% de su plantilla, el 45% moviliza al 20% de sus empleados en sus programas de voluntariado, lo que supone que uno de cada cinco trabajadores participa. De hecho, el 66,6% de los voluntarios considera que sus aportaciones son escuchadas.

El 96,6% de las organizaciones ofrece horas laborales para el voluntariado frente al 82,5% de la edición de 2020. Entre las motivaciones, el 98,7% lo impulsa por responsabilidad social, y el 99,6% lo relaciona con necesidades reales de la comunidad.

Respecto al impacto que tienen las acciones de voluntariado corporativo entre los trabajadores, el 98,3% de las empresas y entidades sociales declara que mejora la motivación y el 91,5% lo impulsa para mejorar su capacidad futura de atracción de talento.

Las organizaciones incluso tienen líderes o embajadores de voluntariado, en el 60,6% de los casos. El 61% reporta alta participación de los propios directivos.

El 91% dota de presupuesto propio a su programa de voluntariado corporativo frente a un 82,5% en 2020. El 48% de las empresas tiene un presupuesto entre 50.000 y 200.000 euros.

El formato sigue siendo presencial, en el 99,2% de los programas, y un 98,7% son grupales. La participación de las familias ha disminuido hasta el 36,9% de los casos cuando en 2020, año de la pandemia, era el 70,2%, lo que se explica desde Voluntare por la madurez de los programas. Por temáticas, la inmensa mayoría busca impacto en el ámbito social (99,2%), medioambiental (91,1%) y en la educación (85,2%).

En cuanto a los retos y oportunidades, la directora de Voluntare, Benedetta Falletti, explicó que se necesitan más recursos y más personal para los proyectos y “sería deseable un mayor apoyo directivo”. Como oportunidades, Falletti señaló las emergencias y las crisis como impulsoras del voluntariado después de la dana y el covid.

VOLUNTARIADO EN CAIXABANK, FUNDACIÓN REPSOL Y FUNDACION TELEFÓNICA

En el acto de presentación del informe intervinieron el director de Impacto Social y Voluntariado CaixaBank, Jordi Pastó; la responsable de Voluntariado y proyectos sociales de Fundación Repsol, Pilar Pelles; y la directora de Innovación Social, Educación, Empleo y Voluntariado de Fundación Telefónica, Inés Temes, junto a tres voluntarias en representación de las tres entidades.

Desde CaixaBank, Pastó explicó que el banco cuenta con cerca de 23.000 voluntarios activos de los que 19.000 son empleados actuales y equivalen al 44% de la plantilla del grupo. El voluntariado de CaixaBank está especializado en educación financiera a jóvenes, mayores y personas con discapacidad y a fecha actual ha beneficiado a 600.000 personas.

Desde la Fundación Repsol, Pelles expuso que cada año contabilizan más de 5.000 voluntarios para proyectos de eficiencia energética, empleo verde e innovación social. En la parte de empleo, la fundación ha conseguido que entren en el mercado laboral más de 1.300 personas de más de 2.800 participantes.

Por Fundación Telefónica, Temes explicó que tienen programas basados en tecnología que buscan, no solo enseñar a utilizar herramientas digitales, sino que sea una tecnología “inclusiva, ética, respetuosa con los derechos de todos”.

Las voluntarias Cristina Llanas (CaixaBank), Rocío Bustamente (Fundación Telefónica) y María Iglesias (Fundación Repsol) pusieron algunos ejemplos de su trabajo como voluntarias y destacaron que el voluntariado es “mucho más de lo que es un trabajo laboral”, que es “unir cabeza y corazón” y se traduce en “pasos importantes hacia la inclusión real” de personas con dificultades.

LA DANA

La dana de octubre del año pasado fue un caso claro de incentivo del voluntariado. Pastó destacó que el hecho de que CaixaBank tuviera delegaciones en la zona permitió ayudar de manera directa y, pese a que ha pasado más de un año, aseguró que quedan “tareas por realizar”.

Fundación Telefónica también realizó donaciones y aportó capacidades y ahora las entidades sociales y locales “están poniendo en valor” esas ayudas, si bien “la realidad es que sigue faltando” apoyo a la zona, según Temes. Igualmente, Fundación Repsol contribuyó económicamente y desde las refinerías movilizó retenes de personas en los momentos más críticos.

Por todo ello, Benedetta Falletti. afirmó que el voluntariado corporativo es “cada vez más estratégico” en las empresas y “no es solo buenismo”.