En total, la superficie cultivada en España asciende a 18,5 millones de hectáreas, lo que supone el 36,7 por ciento del total de la superficie geográfica nacional.

Además, los datos del Gobierno recuerdan que buena parte de las tierras tienen aprovechamiento desde el punto de vista de la ganadería. Así, 1,1 millones de hectáreas se dedican a cultivos forrajeos que se destinan a alimento de ganado, 1,4 millones de hectáreas son prados naturales y 15,8 hectáreas son pastizales, dehesas y eriales pastados. En total, 18,4 millones de hectáreas se explotan para aprovechamiento ganadero.

En sentido estricto, la superficie no cultivada asciende a 32 millones de hectáreas, un 63,4 por ciento de la total, pero si al terreno cultivado se añade el de aprovechamiento ganadero la superficie explotada alcanza los 35,8 millones de hectáreas, es decir, los terrenos que o tienen aprovechamiento agrícola o ganadero son 14,7 millones de hectáreas, un 29,1 por ciento de la superficie geográfica total.

Parte de los abandonos de tierras cultivadas han sido compensado por programas de reforestación y además se está produciendo una progresiva ocupación para crear suelos urbanos y de servicios. Por todo ello, el Gobierno estima que a lo largo de los últimos 14 años la superfice media de aprovechamiento agrario se ha reducido unas 36.300 hectáreas por año.

El Ejecutivo tene contabilizados en 4,1 millones de hectáreas, es decir, el 8,1 por ciento del total de la superficie nacional, los terrenos improductivos, en los que incluye ríos, lagos, humedales, suelos urbanos y suelos ocupados por instalaciones industriales o vías de comunicación.