Rubio calcula que Roldán le debe a él y a su equipo entre unos 30 y 35 millones de pesetas por 18 meses de trabajo. "Conmigo han trabajado más abogados y economistas, el dinero no es sólo para mí", aclaró.

Una vez comunicada su decisión a su cliente, presentará la renuncia en cada uno de los tribunales en los que el ex director general de la Benemérita tiene cuetas pendientes.

El nuevo abogado de Roldán será José María Stampa Braun, según confirmaron a Servimedia desde el despacho del prestigioso letrado, que tendrá que pedir a Rubio la venia para asumir la defensa del ex director del instituto armado.

Después se abrirá un proceso de jura de cuentas, en el que Rubio podrá presentar su minuta por los servicios prestados a Roldán y en el que se podrá establecer un sistema para pagarle lo que se le debe.

Para Rubio, con el recurso de casación que presntó ayer ante el Tribunal Supremo para que se revise la sentencia condenatoria contra su cliente acaba su "obligación profesional", sin causar perjuicio a nadie.

UNA DECISION MEDITADA

En noviembre del año pasado, Rubio ya se había planteado durante el juicio abandonar la defensa de Roldán, debido a la morosidad del ex director de la Benemérita, pero finalmente decidió continuar hasta el final del jucio.

Lo contrario habría provocado la paralización y anulación del caso, así como un perjuicio tato para su cliente como para el resto de las partes personadas en el proceso.

Entonces albergaba la esperanza de que la Sala del Tribunal Supremo encargada del "caso Roldán" encontrase una fórmula para hacer posible el pago de sus honorarios. Eso no ha ocurrido y es la razón por la que hoy abandonará definitivamente la defensa del ex director del instituto armado.