El dato lo denunció UPTA coincidiendo con la segunda y última jornada del curso de verano de UPTA, que contó con la participación de diversos expertos en prevención de riesgos laborales de UPTA, MC Mutual, UGT Galicia, UGT Confederal y el Instituto de Seguridad y Salud Laboral de Galicia.

Durante el curso se abordaron aspectos clave relacionados con las contingencias profesionales en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) y se puso especial énfasis en la gestión preventiva en el entorno laboral.

UPTA recordó que, en los primeros cuatro meses del año, se registraron un total de 8.923 accidentes de trabajo con baja entre las personas trabajadoras autónomas. De ellos, 8.280 ocurrieron durante la jornada laboral y 643 fueron in itinere. Del total de accidentes, 179 fueron catalogados como graves.

“La siniestralidad laboral en el ámbito del trabajo autónomo en España es insostenible y requiere una intervención urgente”, exhortó UPTA, quien dijo que, aunque los datos reflejan un descenso en las estadísticas de accidentes laborales y fallecimientos en el colectivo de trabajadores por cuenta propia, las cifras siguen siendo “inaceptables”.

A su juicio, los datos reflejan claramente que los recursos que se destinan a la lucha contra la siniestralidad en el autoempleo son inexistentes. “Es urgente la necesidad de mejorar y adaptar las políticas de seguridad y prevención a las condiciones particulares de las personas autónomas. Es fundamental implementar medidas concretas que protejan a quienes trabajan por cuenta propia, con especial atención a los sectores más vulnerables, para evitar que más tragedias sigan costando vidas”, prosiguió UPTA.

Para el presidente de UPTA, Eduardo Abad, los accidentes laborales son una auténtica lacra en nuestro colectivo. Desde nuestra organización consideramos que los trabajadores autónomos son los grandes olvidados en materia de prevención de riesgos laborales y exigimos que la nueva ley de prevención de riesgos laborales equipare las obligaciones de los trabajadores por cuenta propia a las de los asalariados”. “Ningún autónomo merece perder la vida por el simple hecho de salir a ganársela”, zanjó Abad.