Como es habitual, las causas más frecuentes de los fallecimientos fueron los infartos y derrames cerebrales (169), golpes y caídas (64), aplastamientos o amputaciones (54) y accidentes de tráfico (52), según los datos publicados este lunes por el Ministerio de Trabajo y Economía Social.

Por el momento en que se producen, los óbitos se dividen en 398 durante la jornada de trabajo y 91 in itinere, con descensos de seis y tres muertes, respectivamente.

Pese a la leve mejora de las cifras generales, cabe destacar la evolución negativa que sufrieron en los ocho primeros meses del año los sectores de la construcción y la industria, con 113 y 71 muertes, respectivamente, tras repuntar en 20 y cinco. En sentido opuesto, mejoraron sus registros el sector agrario (hasta las 34 muertes) y los servicios (180).

Por regímenes, de las 489 muertes, 454 eran asalariados y 35 autónomos, protagonizando descensos de cuatro y cinco fallecimientos menos que en igual período de 2024.

Al margen de los fallecimientos, los accidentes con baja laboral totalizaron 403.717, un 2,2% menos. De ellos, 346.764 se produjeron en jornada laboral y 56.953 in itinere.