En su opinión, la producción de toda la industria relacionada con el olivar caería en la misma medida qu disminuya la producción de los olivareros, en caso de que se reduzca la cuota de producción asignada a España.

Sólo en las empresas dedicadas a la extracción de aceite de orujo se perderían en torno a los 2.000 puestos de trabajo, según los cálculos de la federación.

Primitivo Fernández afirmó que de seguir adelante la propuesta del comisario europeo Fichler, se va a producir una disminución importante de los jornales y una depresión de todo el mundo rural donde se concentra la industria olivarea.

"Si el olivarero no produce aceituna, la almazara no va a tener con quién trabajar. Tampoco lo tendrá la extractora de orujo si no hay una almazara previa", explicó.

El Gobierno español, en opinión de los productores de aceite, debe seguir manteniendo su postura con firmeza, defendiendo los intereses de los olivareros. "No se puede permitir que haya un sistema de apoyo que no permita a los olivareros españoles seguir produciendo y que, sin embargo, al productor italiano le dejen más hueco, incuso para crecer", concluyó.