A principios de agosto, Acnur había registrado 264 casos de cólera y 12 muertes en el asentamiento de refugiados de Dougui y los pueblos cercanos. Se reportaron asimismo casos sospechosos en el asentamiento de Treguine, que también alberga a refugiados sudaneses.

Las localidades fronterizas, que acogen a un tercio de los refugiados recién llegados, corren también un grave riesgo de contagio, prosiguió, a medida que más personas procedentes de Darfur llegan a ellas.

En el asentamiento espontáneo de Adre, con más de 235.000 desplazados, se investigan actualmente tres casos sospechosos, lo que hace temer una mayor propagación. Al otro lado de la frontera, en Darfur, "la situación es aún más crítica".

Según Acnur, se han confirmado más de 4.300 casos y hay 113 muertes registradas. Explicó cómo el hacinamiento en las zonas que acogen a los desplazados, la falta de agua potable y las deficiencias en las instalaciones de saneamiento y de salud "aceleran el contagio".

Por todo ello, Acnur pidió con urgencia una inyección inmediata de fondos para incrementar la provisión de ayuda vital en las áreas de salud, higiene, ayuda alimentaria y alojamiento de emergencia.