El fiscal solicita cuatro años de prisión para uno de los acusados y siete años para el otro joven, mientras que la acusación particular pide veinte años para cada uno de ellos.

Los hechos tuvieron lugar el 15 de agosto de 1995, cuando dos miembros de la Policía Autónoma Vasca entraron en el bar Herria de la Parte Vieja de San Sebastián, un local considerado como sede social de Herri Batasuna.

Al reconocer uno de los presentes a los 'ertzainas', alertó a los presentes y un grupo de unas diez peronas comenzaron a golpearles, por lo que tuvieron que ser trasladados a un puesto de socorro.

Uno de los jóvenes juzgados aseguró que en el momento de los hechos estaba trabajando en un bar del barrio de Larratxo, versión confirmada por su novia, amigos y familiares. El otro afirmó que estaba en un bar situado a diez metros del Herria acompañado por un amigo que testificó a su favor.

Por el contrario, uno de los agentes de la Ertzaintza reconoció a uno de los acusados como la persona que les recooció en el bar. El otro 'ertzaina' también identificó a ambos acusados como participantes en la agresión.