Mientras al comienzo del estudio sólo el 4 por ciento de las chicas y el 5 por ciento de los chicos que fumaban decían hacer dieta, dos años más tarde las cifras se incrementaron hasta un 16 por ciento de chicas y un 12 por ciento de chicos fumadores. El número de adolescentes que hacían dieta también se incrementó en un 21 por ciento de chicas y un 18 por ciento de chicos.

Además, las adolescentes que hacían dieta más de una vez por semana eran casi cuatro veces más propensas a iniciars en el hábito del tabaco que aquellas que no la habían hecho nunca. El estudio también mostró que las chicas obesas eran menos propensas a fumar que el resto de las jóvenes.

Según las hipótesis de los científicos, una razón para la asociación entre estos dos factores en el grupo de las adolescentes puede ser que éstas empleen el tabaco y la dieta como estrategias para hacer frente a sus problemas de peso.