En una rueda de prensa con motivo de la Asamblea General de la patronal bancaria, Kindelán comentó que, con la guerra arancelaria, habrá más fragmentación y “más incertidumbre” y confió en que la negociación se imponga a “la confrontación”. En este sentido, defendió “unidad de acción” en Europa y “más integración”.

En este entorno, aunque dijo que los aranceles no afectan directamente al sector, sí que consideró que “no es el momento de endurecer los requerimientos de capital”, sino de centrarse en la “fortaleza y solidez” de la banca para que pueda “ayudar a la economía real”. Kindelán subrayó que el punto de partida de la banca en capital es elevado y “es el momento” en que está pensado para hacer frente a pérdidas inesperadas.

La presidenta de la AEB resaltó la posición “de fortaleza, de solidez” del sector bancario para “dar confianza” y, en este punto, defendió la simplificación normativa en Europa, que ya ha propuesto la Comisión Europea, para reducir costes y “apoyar el crecimiento”.

Kindelán puntualizó que no está reclamando desregulación, sino que no haya una holgura “tan grande como la tenemos hoy” en el capital por la diferencia entre los resultados que el sector espera a principios de año y los que finalmente obtiene, que se valoren las duplicidades normativas y el impacto de normas técnicas en el capital que en algunos casos es “muy sustancioso”.

Sobre el gasto en defensa, la presidenta de la AEB hizo un llamamiento a “todos como sociedad” para que “entendamos” el nuevo escenario y señaló que la prioridad tiene que ser “salvaguardar” la seguridad de Europa y el progreso.

“Eso es lo que tenemos que preservar entre todos, administraciones públicas, empresas, ciudadanos” y “habrá que financiarlo”, apuntó, para lo que comprometió que la banca será “responsable” con esa financiación y llamó a la colaboración público-privada.