“Ante los numerosos ofrecimientos de ayuda de la ciudadanía española”, la Aecid agradeció “sobremanera estas muestras de solidaridad”, según afirmó la Oficina de Acción Humanitaria (OAH) de este organismo en redes sociales, donde publicó una serie de recomendaciones a fin de que “la ayuda sea lo más efectiva y eficaz posible".

En concreto, la Aecid desaconsejó las donaciones en especie, pues “pueden saturar las capacidades logísticas de los actores humanitarios”.

Animó a la ciudadanía a canalizar la ayuda en efectivo a través de las diferentes Organizaciones No Gubernamentales que trabajan en la zona, entre ellas las que mantienen un convenio de emergencias con la Aecid o también de organismos humanitarios especializados.

Además, destacó que las autoridades marroquíes disponen de un Fondo económico Especial para la gestión de los efectos del seísmo.

Del mismo modo, recomendó a las instituciones que eviten “el envío indiscriminado de bienes materiales” y den prioridad a las donaciones en efectivo, siempre a través de organizaciones especializadas presentes en la zona.

Los ayuntamientos o diputaciones provinciales pueden dirigirse a la Federación Española de Municipios y Provincias para recabar información sobre cómo aportar fondos a esta emergencia.

Desde el primer momento de la catástrofe, la Aecid se puso a disposición de las autoridades marroquíes para ofrecer su acción humanitaria. Permanece al tanto de la evolución de esta emergencia para evaluar, junto a la admnistración alagüita, qué instrumentos de ayuda son más adecuados en esta situación.

Con el epicentro en las montañas del Alto Atlas y a 71 kilómetros al suroeste de Marrakech, el seísmo causó más de 2.100 muertes y unas 2.400 personas heridas, en Al-Haouzy en las provincias de Taroudant. Se trata del temblor más fuerte que haya afectado a Marruecos en 120 años.