Así lo indicó en la mesa ‘El problema del acceso de los jóvenes a la vivienda’ durante el IX Encuentro de Financiación Inmobiliaria de Madrid en la que participó junto con el viceconsejero de Vivienda y Ordenación del Territorio de la Comunidad de Madrid, José María García, y el director del Centro Negocio Inmobiliario Madrid CaixaBank, Carlos Aguilera.

“Con la vivienda joven tenemos que ir a estandarizar producto y a buscar fórmulas que nos permitan ejecutar obras en un plazo más rápido y sin riesgo de coste. La industrialización sustituye un servicio por un producto”, explicó.

Martínez indicó que el coste de construcción se ha venido elevando en los últimos años y ahora les cuesta producir por debajo de los 2.500 euros el metro cuadrado en los archipiélagos o por debajo de los 1.800 euros/m2 en la Costa del Sol. “Si no somos capaces de reducir los costes, por mucho que intentemos poner suelo para gente joven, la accesibilidad a la vivienda no la vamos a resolver”, explicó.

Además, indicó que la mano de obra del sector de la construcción está muy envejecida. Entre las fórmulas para abaratar los costes, Aedas apuesta por la construcción industrializada, aunque reconoce que no es una solución “a corto plazo” porque las empresas que apuestan por esto son “financieramente vulnerables” al tratarse de pequeñas compañías.

Recalcó que la construcción industrializada no es “una solución única” y no va a sustituir a la obra tradicional, pero indicó que es un área de oportunidad para ese capital que quiere invertir. Un ejemplo de esta construcción sería algunas de las viviendas del Plan VIVE, donde Culmia ha realizado todas las viviendas industrializadas y San José ha fabricado todos los baños para Aedas con el mismo método.

Martínez cifró en 27.000 millones de euros en un cálculo aproximado el importe de capital necesario para construir 180.000 viviendas al año y alertó de que estos fondos no están en España, por lo que hay que salir a buscarlos. En esta línea, la promotora cerró esta semana un acuerdo de coinversión con el fondo Kings Capital por 270 millones de euros.

No obstante, alertó que “cada vez que aparece un titular en un medio de comunicación blanqueando la okupación o proponiendo limitar los alquileres” los potenciales inversores extranjeros se asustan.

FUTURO DE LA VIVIENDA

El consejero delegado de la promotora se mostró “muy optimista” con el mercado de la vivienda ya que, con una diferencia tan grande entre el número de viviendas construidas y el número de hogares creados cada año, “no hay muchos sectores con tanta demanda garantizada durante tanto tiempo”.

Además, señaló que el sector bancario en España es “muy ortodoxo” y no pasa como en otros países donde se ha sobreendeudado. Con todo, y ante la previsible relajación de la política de tipos de interés, afirmó que el sector tiene “viento de popa”.

Por otro lado, afirmó que no le preocupa que el mercado de la vivienda esté girando hacia el alquiler porque “la mentalidad de los jóvenes está cambiando”, aunque reconoció que esta perspectiva puede deberse a la falta de capacidad de ahorro.

David Martínez celebró que todos los agentes sociales ya coinciden en el diagnóstico de que falta oferta y accesibilidad a la vivienda y que en los últimos años se ha ido reduciendo el estigma que tenía el sector desde la crisis inmobiliaria del año 2008. Apostó por medidas fiscales a través de la reducción del IVA o del Impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados y cambios legales para estimular la oferta y subrayó que la sociedad “entendería” destinar recursos públicos a ayudas directas a la compra o el alquiler.

COMUNIDAD DE MADRID

José María García señaló, por su parte, que una de las claves para favorecer el acceso a la vivienda es que se genere empleo y las personas tengan sueldos “dignos”. Asimismo, subrayó que la Administración “no puede ser el principal especulador del suelo” ya que tiene una “gran responsabilidad” para reducir plazos y no generar incertidumbre en el proceso inmobiliario.

Entre las medidas de la Comunidad de Madrid, el consejero prometió que la nueva Ley del Suelo tiene que ser “ambiciosa” para “cambiar el paradigma” para responder a la demanda y subrayó que la mayoría absoluta con la que cuenta el PP va a facilitar los trámites legislativos. La ley tendrá que dar respuesta a la demanda de flexibilidad, a la regeneración urbana o a fenómenos como la “redensificación”, el incremento de la altura en un terreno.

Por otro lado, celebró que el plan Mi Primera Vivienda, en el que la Comunidad de Madrid da un aval para cubrir hasta el 95% del valor de una vivienda, tiene una morosidad casi nula e invitó a las entidades bancarias que todavía no se han sumado a hacerlo.