AEDENAT CRITICA EL "CINISMO" DEL GOBIERNO Y PIDE LA APLICACION INMEDIATA DEL PLAN DE AHORRO ENERGETICO
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
La Asociación Ecologista de Defensa de la Naturaleza (Aedenat) considera que el Ministerio de Industria y Energía está manteniendo una actitud de "cinismo" al recomendar a los ciudadanos que reduzcan el onsumo energético, mientras en sus edificios incumple los planes aprobados por el Gobierno.
En opinión de los ecologistas, es urgente que el Gobierno inicie de inmediato la aplicación del plan de ahorro energético aprobado el pasado día 17 y publicado oficialmente el viernes 18. A juicio de Aedenat, la mayoría de las medidas incluidas en el real decreto deberían estar en vigor desde hace años.
La organización conservacionista considera que el Ministerio de Industria está incumpliendo desde hace aos sus propios planes de ahorro en los edificios de la Administración central del Estado.
El consumo energético de los edificios de la Administración en 1989, según datos provisionales facilitados por Aedenat, fue de 920.000 toneladas equivalentes de petróleo (TEP), cuando son "fácilmente alcanzables" otros ahorros "ejemplarizantes".
Para Aedenat, el fracaso en el desarrollo de programas de ahorro es otra demostración de la desidia y desinterés del Gobierno por las fuentes energética más prometedra y menos lesivas para el medio ambiente.
Los ecologistas critican también las "ridículas" partidas dedicadas a las energías renovables y mejora de la eficiencia energética en los presupuestos de 1991, que suponen un total de 1.200 millones de pesetas, cifra que contrasta con los 20.000 millones que ingresará en ese mismo año la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) para la gestión de los residuos radiactivos.
Aedenat muestra también "su asombro ante el aumento de los límites de veloidad en autovías y autopistas que el Gobierno quiere introducir en el nuevo Reglamento de Seguridad Vial, discutido en plena crisis del Golfo, que suponen no sólo un despilfarro de los productos petrolíferos, sino también un incremento de las emisiones contaminantes y del número y gravedad de los accidentes".
La organización conservacionista pone como ejemplo el hecho de que, durante el invierno 1989-90, en el que la climatología fue especialmente benigna, fue frecuentísimo observar en los edificios d la Administración las calefacciones encendidas y las ventanas abiertas.
(SERVIMEDIA)
21 Ene 1991