El máximo representante de ALA hizo estas declaraciones en el marco del congreso internacional de navegación aérea ‘Airspace Integration Congress’, donde se refirió a las huelgas que se produjeron en el primer semestre del año en el control aéreo galo en el marco de las protestas nacionales contra la reforma de las pensiones del Gobierno de Macron.

Para Gándara, estas huelgas tuvieron un impacto muy negativo en el conjunto de Europa, y muy especialmente en España, ya que uno de cada tres retrasos registrados en Europa entre enero y junio de este año se debieron a los paros de los controladores de Francia.

España fue el país más afectado, tras Francia, por estos ceses de actividad. Solo durante los 34 días de huelga del control aéreo galo que se sucedieron entre el 1 de marzo y el 9 de abril, el 15% de los vuelos que se operaron en España sufrieron algún tipo de retraso, hasta un total de 394 vuelos, y las cancelaciones aumentaron en un 61%.

Pero, según Gándara, lo “más preocupante” es que el 88% de los vuelos afectados en España no tenían origen ni destino Francia, sino que sobrevolaban el espacio aéreo francés, un dato que ALA atribuye a un informe de Eurocontrol.

EQUILIBRIO

“Respetamos el derecho fundamental que tiene todo ciudadano a la huelga, pero debe encontrarse un equilibrio con el derecho fundamental de los ciudadanos a la movilidad. Los ciudadanos no pueden ser cautivos de los continuos paros de los controladores aéreos en Francia, cuya afectación va mucho más allá de sus fronteras”, avisó Gándara.

En opinión del presidente de ALA, el Gobierno y la UE deben exigir a Francia que, al igual que sucede en Italia o en España, se protejan con servicios mínimos los sobrevuelos en el espacio aéreo francés en el caso de huelga de su control aéreo.

Además, denunció que es “todo incomprensible” que Francia esté adoptado medidas que persiguen limitar la actividad aérea bajo el pretexto de reducir emisiones de CO2 de la aviación (supresión de vuelos cortos con alternativa de tren o fijar precios mínimos de los billetes) y no ponga remedio al impacto medioambiental que genera los retrasos por estos paros con la emisión adicional de Co2.

Por ello, comentó que se contabilizan más de 1.200 toneladas de emisiones diarias de CO2 en Europa adicionales por los desvíos y retrasos para evitar el espacio aéreo francés paralizado. Así, concluyó que es “incomprensible” que Francia no se decida por el Cielo Único Europeo, que permitiría la reducción de un 10% de Co2 de los vuelos.