Tras reconocer que "fue conmocionante" hace semanas conocer la situación de las líneas aéreas después de diez años de gestión por parte de Iberia, Lafferriere señaló que ahora sólo una minoría apoya el rumbo que han tomado las protestas. Ni los dos principales partidos, Peronista y Justicialista, ni el sindicato mayoritario, CGT, ni los principales diarios apoyan esa jornada, recordó.

Lo que ocurre es que está "de moda" hablar del asunto Aerolíneas Agentinas, pero eso pasará.

Además, recordó el embajador, el presidente argentino, Fernando de la Rúa, dijo recientemente en la Cámara de Comercio Hiapano-Argentina que su gobierno es solidario con las empresas españolas que han invertido en su país y se mostró contrario a quienes han apedredao escaparates y han bloqueado cerraduras de multinacionales españolas.

"Sabemos, porque esto pasa en todo el mundo, que, cuando hay sectores que tienen esta actitud tan violenta, es muy difícil limitación en uanto a su llegada a los medios porque, obviamente son noticia", insistió.

No obstante recordó que desde hace diez años la gerencia de Aerolíneas es de Iberia "y lo que no queda claro" en el mensaje que reciben los españoles es que Iberia compró una firma para hacer negocio, no como un favor. Otra cosa es que "no ha tenido la suerte exitosa que han tenido Repsol, Endesa, Telefónica o Aguas de Barcelona".

Ojalá pueda solucionarse, dijo, pero eso no pasa porque el Gobierno Argentino "estatalice" un compañía privada. "Esto abriría pie para que todas las empresas con problemas, que las hay, y muchas, en Argentina hoy, pidieran lo mismo". "Y el Estado Argentino está sin recursos y no puede hacer cargo", concluyó.