Así lo precisó este jueves el director del OEDT, Alexis Goosdeel, en un comunicado en el que anunció la publicación del último programa de trabajo del observatorio, que describe sus actividades para 2024-2026 y, a su juicio, “representa un hito” en su historia, al ser el último lanzado por la agencia en su forma actual en el marco del “período más transformador en la vida de la agencia hasta la fecha”.

A este respecto, consideró que el programa “marca la culminación de 30 años de seguimiento exitoso de las drogas en la UE por parte del OEDT” así como la apertura de un “nuevo capítulo que será escrito por una agencia más fuerte con un mandato ampliado y reforzado”.

“En un momento en que los mercados de drogas impulsados por la innovación hacen que las drogas estén disponibles en todas partes y para todos y en que somos testigos de una violencia sin precedentes relacionada con las drogas en la UE, somos muy conscientes de la importancia de nuestra nueva misión y estamos plenamente comprometidos con su cumplimiento”, aseveró.

Por ello, juzgó “fundamental” el hecho de “fortalecer” la capacidad actual de monitoreo y “desarrollar capacidades adicionales para una respuesta rápida”.

NUEVAS HERRAMIENTAS

En este sentido, recordó que un nuevo Sistema Europeo de Alerta sobre Drogas emitirá advertencias cuando aparezcan en el mercado sustancias de “alto riesgo” y que una nueva red de laboratorios forenses y toxicológicos “respaldará” el trabajo del organismo con información “confirmada analíticamente en tiempo real”.

En paralelo, indicó que “nuevas y más sólidas capacidades de evaluación de amenazas, en las áreas de salud pública y seguridad, aumentarán la preparación nacional y de la UE para identificar y reaccionar ante los riesgos emergentes”.

“Este sistema ampliado, integrado e innovador para la recopilación y el análisis de información nos permitirá anticiparnos y alertar sobre las principales amenazas relacionadas con las drogas, brindando asesoramiento experto para actuar rápidamente”, abundó, consciente de que el problema de las drogas “sólo puede abordarse mediante un esfuerzo conjunto de los responsables de la formulación de políticas y los profesionales que trabajan en este campo” y de que “llegar” a los profesionales de primera línea y “ayudarlos a salvar vidas” será “fundamental” para el trabajo de la agencia.

Junto a ello, avanzó que, bajo el nuevo mandato, la agencia continuará monitoreando los eventos relacionados con las drogas que tienen lugar fuera de la UE y los incluirá en sus análisis y la cooperación internacional en política de drogas “tendrá un perfil más alto, guiada por un Marco de Cooperación Internacional actualizado”.

En este contexto, se mostró también “consciente” de los “desafíos” que Europa tiene “por delante” y explicó que, internamente, el cambio “traerá un crecimiento operativo significativo”, con un aumento del 40% en el personal y un incremento del 80% en el presupuesto anual.

“También será vital construir más vínculos con nuestros socios tradicionales de la UE e internacionales, así como invertir en redes adicionales o ampliadas y buscar nuevas asociaciones, incluso con organizaciones de la sociedad civil”, agregó, al tiempo que se comprometió a seguir “trabajando estrechamente” con la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y el Consejo con el fin de “garantizar” que la nueva agencia “cumpla con éxito su importante misión de aumentar la preparación de la UE en materia de drogas”.