Así lo señaló este jueves el director general de Sanidad de la Producción Agroalimentaria y Bienestar Animal, Emilio García Muro, en un encuentro informativo en el que dio cuenta de la situación de la enfermedad de España y de las medidas adoptadas hasta ahora.

Aseguró que la influenza aviar ha golpeado a varias granjas importantes de producción de huevos, pero lo más negativo es que se trata de un virus de alcance “global” en la UE y eso contribuye a encarecer el precio de un producto que ya viene al alza en los últimos años por factores como la invasión de Ucrania o la mayor demanda por la moda del consumo de este alimento, sobre todo entre los jóvenes.

García Muro confió en que la subida sea “coyuntural” y los precios puedan recuperarse.

El responsable de sanidad animal en Agricultura reconoció el daño que está ocasionando la gripe aviar a las exportaciones. “Son innumerables los países que nos han puesto restricciones a animales vivos, algunos las regionalizan y otros no”, indicó.

Aunque las previsiones que maneja el Gobierno son que la evolución de la enfermedad es de empeoramiento en las próximas semanas, desde el ministerio se lanza un mensaje de tranquilidad, porque ahora hay 14 focos detectados, que han supuesto el sacrificio de 2,5 millones de aves, pero en 2022 se llegaron a 36 focos y se logró contener el virus sin medidas más allá del confinamiento nacional ahora impuesto.

TOQUE DE ATENCIÓN

El ministerio llama a la “tranquilidad” y dice que el confinamiento nacional decretado desde este jueves busca ser también “un toque de atención a las Administraciones y al sectdor” para que extremen las medidas de bioseguridad. También se alerta al ciudadano para que tenga cuidado en los casos que tengan animales para autoconsumo y se vigile la limpieza, la higiene y que no entran aves silvestres en contacto con las suyas.

García dijo que no han querido poner una fecha para el levantamiento del confinamiento porque se irá viendo semana a semana la evolución de la crisis, y se irá desescalando paso a paso.

El director general dio por “seguro” que habrá indemnizaciones para los afectados, y así lo recoge la letra pequeña de la normativa al respecto, pero no se atrevió a aventurar fechas de cobro porque depende de los ritmos y calendarios de comunidades autónomas, la Comisión Europea y el ministerio en la canalización de los subsidios.