Indra ha sido galardonada con el premio de Mejor Suministrador Orientado a un Futuro Sostenible. A la multinacional que preside Ángel Escribano se le reconoce desde Airbus por el desarrollo de simuladores que permiten el entrenamiento eficaz de las tripulaciones con la incorporación de realidad virtual y aumentada e Inteligencia Artificial al tiempo que reducen el consumo de combustible y evitan emisiones innecesarias.

Indra ha entregado más de 400 simuladores a medio centenar de clientes en más de veinte países. Muchos de ellos son sistemas con el máximo grado de fidelidad y realismo posible, conocidos como simuladores nivel D, que han sido certificados por las principales agencias de aviación y seguridad aérea del mundo, incluida la europea EASA, la estadounidense FAA y la china CAAC.

Esta fidelidad es la que hace que una hora de vuelo en un simulador de Indra sea reconocida, en lo que al adiestramiento de pilotos se refiere, como una hora de vuelo real. De esta forma se mejoran los tiempos necesarios para preparar a los pilotos y se eleva la seguridad.

La compañía dota a sus simuladores de escenarios que reproducen en detalle la orografía, aeródromos y bases reales en las que operan. También permiten el entrenamiento en todo tipo de condiciones atmosféricas, de noche y de día, con lluvia, niebla o vientos fuertes.

Los simuladores de Indra se distinguen por contar con un sistema visual que proyecta la escena con una calidad extremadamente elevada y por replicar la cabina del helicóptero con total fidelidad, incorporando los sistemas de aviónica reales.

Indra ha llevado de esta forma el adiestramiento de pilotos a su siguiente nivel, apostando por simuladores interoperables que, gracias al protocolo de conectividad HLA (Arquitectura de Alto Nivel, en inglés), pueden conectarse entre sí y compartir un mismo escenario virtual.

Finalmente, la incorporación de la realidad virtual y aumentada, así como de la inteligencia artificial, permite incorporar nuevas funcionalidades avanzadas. Indra da respuesta de esta forma al desafío que plantea ponerse a los mandos de helicópteros cada vez más digitalizados, equipados con instrumental y sistemas sofisticados.