Así lo afirmó la presidenta de la Airef, Cristina Herrero, en la presentación del informe sobre las líneas fundamentales de los presupuestos de las Administraciones Públicas de 2024, donde auguró que España cumplirá con este objetivo en 2024, siempre y cuando decaigan las medidas adoptadas para paliar los efectos de la crisis energética y de precios, entre ellas, la rebaja del IVA del precio de la electricidad y los alimentos; aunque no las bonificaciones al transporte público.

A partir de 2025, sin embargo, la institución advirtió de que el déficit de las administraciones públicas volverá a subir hasta el 3,2% del PIB, un nivel en el que se mantendrá hasta 2028 por “la retirada de las medidas temporales de incremento de ingresos”, “quedando así por encima del límite del 3% fijado en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento”. Esas medidas temporales de ingresos son, precisamente, los impuestos temporales a la banca y las corporaciones energéticas, así como el Impuesto temporal de Solidaridad a las Grandes Fortunas. Sin embargo, la pretensión de PSOE y Sumar es otra.

El acuerdo programático que suscribieron este pasado martes Pedro Sánchez y Yolanda Díaz aboga por “readaptar y mantener” los gravámenes temporales sobre la banca y las energéticas “una vez que expire su periodo de aplicación actual” –en 2024–, mientras que, sobre el Impuesto Temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas, el documento recoge el compromiso a evaluar sus resultados con el objetivo de “avanzar hacia una nueva tributación de la riqueza en el marco del modelo de financiación autonómica para acabar con la competencia fiscal desleal entre territorios”.

El fin de estas medidas es la razón que explica el incremento del déficit hasta el 3,2% del PIB en 2025, según explicó Herrero. Por tanto, la Airef cree que si se mantienen estos impuestos se podría situar el déficit en el 3% hasta 2028, aunque esta previsión no está “garantizada”.

IMPUESTO A BANCA Y ENERGÉTICAS

En su primer año en vigor, el fisco recaudó un total de 2.908 millones de euros con los nuevos impuestos temporales a entidades bancarias y grandes corporaciones energéticas. Según el Ministerio de Hacienda, la banca ha hecho frente a más de 1.263 millones por este gravamen, mientras que, en el caso de las energéticas, la cifra asciende a unos 1.644 millones.

Cabe recordar que todas las entidades financieras que cerrasen 2019 con más de 800 millones de euros en su margen de intereses (intereses cobrados menos pagados) y sus comisiones netas (cobradas menos pagadas) deben pagar el 4,8% de los ingresos satisfechos por ese concepto a través del modelo 798. Entre ellas, se encuentran bancos como el Santander, CaixaBank o BBVA.

En el caso de las energéticas, tienen la obligación de pagar el nuevo tributo aquellas compañías que registrasen una cifra de negocio por encima de los 1.000 millones de euros en 2019. Ese concepto se gravará con un 1,2% y se presentará a través del modelo 796. Iberdrola, Endesa o Naturgy son algunas de las compañías que han tenido que afrontar esta obligación de pago.

GRANDES FORTUNAS

Con el Impuesto temporal de Solidaridad de Grandes Fortunas, los ingresos tributarios ascendieron a 623,6 millones de euros. Este impuesto estatal afecta a los patrimonios netos superiores a los 3 millones de euros que residen en las comunidades que aplican deducciones fiscales sobre el Impuesto sobre el Patrimonio.

En concreto, 12.010 grandes patrimonios –el 0,1% de los contribuyentes en España– abonaron este tributo con una cuota media de 52.000 euros. De ellos, el 85,8% reside en Madrid y un 7,2% en Andalucía. También es destacable el peso de Cataluña (2,7%) y Galicia (0,8%), así como de los no residentes o ciudadanos empadronados en Ceuta y Melilla (2,8%).