Tras recibir a pie de pista a los últimos ciudadanos evacuados de Gaza, subrayó ante los medios de comunicación el "momento feliz" vivido tras trasladar a España a todos los compatriotas que habían pedido salir de la Franja y a sus familias.

Subrayó que fue posible gracias a una operación conjunta con el Ministerio de Defensa, "especialmente compleja" porque requería la autorización de Israel y de Egipto, y agradeció además la "extraordinaria colaboración" de Qatar, así como el trabajo de las embajadas de España en Egipto y en Israel, del Consulado General en Jerusalén, y de las Fuerzas Armadas.

En total han sido trasladados a España 139 ciudadanos hispano-palestinos junto a sus familias, "esto nos alivia, nos sentimos felices", reconoció el ministro, pero "no olvidamos a todos los civiles palestinos que siguen viviendo un horror insoportable" y que son "injustamente amenazados por bombardeos contra objetivos civiles".

Reiteró por ello el llamamiento al alto el fuego humanitario para que la ayuda, que en el caso de España se ha triplicado, pueda entrar en Gaza y llegar a su población, pero eso "no es un fin en sí mismo", sino que es necesario trabajar activamente por la paz en la región.

Esa paz, insistió, solo llegará a través de una conferencia de paz, propuesta española "que cada vez más países hacen suya", que materialice el reconocimiento de un Estado palestino "viable y realista" que coexista en paz y seguridad con Israel.

Por su parte, la ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, reiteró que España siempre estará presente "en situaciones difíciles" y siempre estará comprometida "con las causas justas" y trabajando "para poner de relieve el valor de la paz".

Robles relató los momentos "emotivos" al recibir a esos ciudadanos, que al ser preguntados por la situación que se vive en la Franja lamentaban que Gaza "ya no existe".