Alberdi, que clausuró en el Centro Eurolatinoamericano de la Juventud un curso dirigido a jóvenes cooperantes, insistió en la importancia de los debates, "pese a que haya gente que ponga en duda su utilidad".

"Hay que tener en cuenta que existe una obligación moral de ayuda a los países en vías de desarrollo y una necesidad de crear foros en los que unificarestas políticas de apoyo" a los países subdesarrollados, afirmó.

Frente a las críticas, Cristina Alberdi negó que en el texto que finalmente podría ser aprobado mañana aparezca el término aborto y rechazó que las sesiones y debates hayan estado exclusivamente dedicados a la interrupción de la gestación de las mujeres de países pobres.

En este sentido, criticó veladamente la postura que la Iglesia católica defendió en El Cairo, diciendo que "El Vaticano no quería firmar el documento si se incluía n él el concepto aborto y después de haber incluido la expresión control de natalidad, también está en contra".

No obstante, mostró su confianza por la adhesión del Vaticano al documento final, siempre y cuando a lo largo del día de hoy los redactores del mismo incluyan en el apartado de los métodos de planificación familiar el término "naturales".