Así lo auguró en una entrevista a Servimedia a apenas tres meses de las elecciones, incidiendo en que va a ser una campaña en la que los madrileños, “que no son en absoluto idiotas, van a ser suficientemente inteligentes para darse cuenta de lo que se está votando aquí”.

De la Uz defendió que la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, ha sido la que “ha lidiado con la pandemia, ha producido ese espacio de libertad, que no se cerraran comercios y siguiese habiendo actividad económica, empleo, y nos ha permitido salir mejor, siguiendo con la bajada de impuestos y no se mete en la vida de los madrileños sobre cómo tienen que pensar, decidir o cómo vivir”.

Por ello, el alcalde de Las Rozas destacó que el debate de la libertad “es el máximo exponente” que está defendiendo la presidenta Ayuso en la Comunidad de Madrid con los alcaldes donde gobierna el Partido Popular.

Sobre la posibilidad de repetir para el cargo a la Alcaldía de Las Rozas, apuntó que no le cabe ninguna duda de que tanto la presidenta regional como el secretario general, Alfonso Serrano, “están buscando al mejor candidato que gestione lo mejor posible la vida de los ciudadanos en cada uno de los municipios”.

ATAQUES PERSONALES

Al cumplirse un año de la salida del Partido Popular de Pablo Casado y tras las acusaciones que se vertieron sobre el hermano de la presidenta madrileña, el alcalde de Las Rozas denunció que “se ha intentado verter, desde muchos puntos, acusaciones y difamaciones sobre las personas que estamos al frente de las responsabilidades y sobre sus familias, que son barreras que no se pueden cruzar”.

En este sentido, valoró que la presidenta Ayuso “se ha sentido reconfortada cuando las acusaciones, especialmente de la izquierda, sobre la familia se deshacen como azucarillos en el agua, porque no hay nada”. A este respecto, De la Uz lamentó que en política “hay unas reglas que se cruzan que no se deberían cruzar nunca”.

El alcalde defendió que “somos personas que dedicamos un tiempo de nuestra vida vocacionalmente a tratar de mejorar, en nuestros municipios o en la región, la vida de nuestros congéneres”. A partir de ahí, añadió, “esas guerras sucias no interesan nada a nadie y lo único que hacen es daño a nuestras familias”.

Por último, celebró que “lo que sí queda limpio y claro es la reputación de las personas de las que se ha estado hablando en muchas ocasiones, no sólo de la presidenta, sino de tantos políticos que sufren difamaciones injustamente”.